Si algo abunda en Menorca son las playas. Una larga lista de opciones para disfrutar de sus playas y de sus calas; y cada una de ellas es un lugar impresionante. Hay para todos los gustos, desde lugares más transitados y con todo el equipamiento necesario para los turistas, hasta playas vírgenes que permiten estar en contacto con la naturaleza en su estado puro y ofrecen un marco ideal para la atención plena y el relax.

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Menorca tiene su magia propia y característica. Es una de las islas que constituyen Las Islas Baleares, en España; menor que Mayorca y de allí su denominación. Es un lugar tan importante en relación a la naturaleza, que fue declarada como Reserva de Biosfera, por la Unesco, el 8 de octubre del año 1993. Su vegetación se compone de pinos, que rodean algunas calas, el característico “ullastrar”, algarrobos, almendros, olivos e higueras también pueden encontrarse en el lugar.

Para acceder a sus playas es imprescindible tener a disposicón un coche o vehículo. Allí pueden alquilarse autos, y alguna embarcación si cuentan con la posibilidad económica. Hay alrededor de 50 playas y calas que pueden recorrerse y disfrutar.

La cala más famosa de la Isla de Menorca, es Macarella que tiene aguas transparentes que ofrecen una impactante vista panorámica. Nadie quiere irse de ese lugar una vez que lo conoce. La cala más grande es Galdana, elegida por miles de familias cada año ya que se encuentra totalmente equipada para pasarla bárbaro.

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