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Fuente: alerta360
El año 1960 vio una clara manifestación de que el calendario comunista de la conquista de África estaba en funcionamiento. En 1953, los líderes comunistas se habían prometido a sí mismos que durante la década de 1960 "una ola de revolución barrerá todo el continente de África y los imperialistas y colonizadores serán pronto arrastrados al mar"[2]. También dejaron claro que la agitación y la provocación de la "ola de la revolución" era el programa comunista para la captura de África.
África no estuvo a salvo de la sombra del comunismo
Imagen: redhistoria
Sin embargo, para 1960, las naciones europeas con colonias en África ya estaban tratando afanosamente de preparar al pueblo para la independencia y autogobierno por medios pacíficos. Desde un punto de vista comunista esto habría sido una derrota. Los líderes rojos sabían que cualquier gobierno bien ordenado de nativos sin duda habrían resistido a la dominación de Rusia y China. Por tanto estaba decidido urgir a los nativos a exigir la libertad inmediatamente, antes de que realmente estuvieran preparados para el autogobierno. Los comunistas pensaron que en el caos resultante, ellos probablemente podrían tomar el control. Eso es exactamente lo que comenzó a ocurrir.
La tragedia en el Congo
La cadena de eventos de 1960 en el Congo Belga ilustró el devastador efecto de convertir al lugar en un autogobierno prematuramente. La tragedia estuvo compuesta por el hecho de que los nativos ya habían recibido la promesa de la independencia para 1964. Consecuentemente, su levantamiento no era tanto por la independencia como por "libertad ahora".
Para ver la imagen completa es necesario entender que 75 años antes cuando los belgas se establecieron primero en el Congo, éste consistía en alrededor de 120 tribus caníbales que vivían en los niveles más bajos de la existencia humana.
En 1960 los belgas habían creado vastos recursos de riqueza en el corazón geográfico de África. La mayor parte estaban concentrados en la provincia de Katanga que producía 7, 5% del cobre del mundo, 60% de su cobalto, la mayor parte del suministro del mineral radio y grandes abastecimientos de uranio y zinc.
Como con los franceses y los británicos, los belgas habían esperado que el autogobierno se desarrollase entre los africanos haciéndoles aprender habilidades técnicas y llevándoles a asumir gradualmente la responsabilidad para un gobierno estable. Los líderes de negocios e inversores también deseaban tomar el riesgo de una transición política proveyendo al nuevo gobierno para que estuviera bien gestionado. En este cordial ajuste se había acordado que la independencia congoleña estaría garantizada para 1964. Los belgas prometieron préstamos liberales al nuevo gobierno planificado y también prometieron mantener a su personal de administración pública trabajando junto a los nativos por varios años hasta que estos últimos pudieran tomar el poder con seguridad.
Entonces Patrice Lumumba irrumpió tras la conferencia cantando el actual con el tema comunista "¡Independencia ahora, ahora, ahora!". Lumumba, un antiguo empleado de correos de Stanleyville, había sido entrenado en las escuelas comunistas especiales en Praga y tenía un hermano viviendo en Moscú.
Se las había arreglado para convertirse en la cabeza del contingente más izquierdista en el Congo y, en ese momento, gozaba popularidad. Los funcionarios belgas empezaron a sentir un tono amenazador en sus exigencias y vieron la posibilidad de una guerra civil de estilo argelino. Por tanto el gobierno de repente acordó apresurar la independencia del Congo para el 30 de junio de 1960 en lugar de esperar hasta 1964. Los belgas pensaron que esto satisfaría a Lumumba y por tanto el gobierno le sería entregado a él en la fecha prescrita. Pero tan pronto Lumumba se volvió Premier comenzó una diatriba volcánica contra "los blancos" en general y "los belgas" en particular. Toda la estructura de "transición pacífica" salió por la ventana política en una noche.
Las tropas congoleñas tomaron el espíritu que Lumumba había exhibido y enseguida se amotinaron contra sus oficiales blancos. Pronto se convirtieron en una multitud rugiente. Barrieron las secciones blancas de las principales ciudades golpeando, robando y violando. Mientras la violencia se esparcía, los blancos huyeron del Congo aterrorizados. Algunos se congregaron temporalmente en embajadas, algunos se apresuraron hacia los aeropuertos. En Leopoldville, doctores estimaron que al menos una de cada cuatro mujeres que escapaban por el aeropuerto habían sido violadas, algunas de ellas una docena de veces.
La evacuación de los blancos dejó al Congo casi vacío de gobierno, escuelas, hospitales o servicios comerciales. La taza de nativos letrados era una de las más altas de África, en todo el Congo no había un solo ingeniero o doctor local, y sólo unos pocos graduados universitarios.
Para evitar el colapso total y proteger a los blancos que huían, el gobierno belga envió paracaidistas. Lumumba, sin embargo, los trató como a enemigos y exigió que ingresaran tropas de ONU. Tan pronto como las fuerzas de la ONU comenzaron a llegar Lumumba se volvió contra ellos e invitó a Khruschchev a enviar grandes fuerzas comunistas a tomar todo el Congo. Rápidamente los aviones, camiones, equipamiento, técnicos y propagandistas comunistas llevaron.
Lumumba comenzó a colectivizar la tierra y reunir un ejército para echar a las tropas de la ONU y Bélgica. También comenzó a actuar como un dictador comunista completamente disciplinado cometiendo genocidio contra su propio pueblo. En la provincia Kasai, las tropas de Lumumba eliminaron a la tribu Balubas mientras que un primo suyo, el Jefe Sûreté Omonombe, dirigía personalmente la masacre de la tribu Bakwanga. Los rescatistas fueron prevenidos de sacar de allí a mujeres, niños o heridos[3].
A pesar de todo esto, la Secretaría de la ONU seguía apoyando a Lumumba como la cabeza legítima del gobierno. Pero esto fue demasiado para los congoleños. Ellos sintieron que habían sido traicionados. El 5 de septiembre, el Presidente Joseph Kasavubu dijo al mundo que él estaba expulsando a Lumumba como Premier. El mismo día las propias tropas de Lumumba se volvieron amargamente en su contra. El Jefe del Ejército, Joseph Mobutu, encerró a Lumumba en la carcel y le dijo a sus seguidores comunistas que salieran del Congo inmediatamente.
Todo esto parecía como una mejora saludable para la mayoría, pero para asombro tanto de los observadores congoleños como extranjeros, Dag Hammarskjold continuó usando su cargo como Secretario General de la ONU para interceder por Lumumba. Congoleños responsables como el Premier Moise Tshombe de Katanga comenzaron a preguntar de qué lado estaba Dag Hammarskjold.
En el comienzo el representante personal de Dag Hammarskjold en el Congo había sido el Dr. Ralph Bunche, un afroamericano que sirvió como Subsecretario de la ONU. Pero cuando Bunche falló en su intento de lograr que los congoleños aceptaran el régimen dominado por los comunistas de Patrice Lumumba, fue reemplazado. El reemplazo se hizo con un funcionario de la ONU llamado Rajeshwar Dayal de India. Dayal había ejercido sus funciones sólo un corto tiempo cuando el Presidente Kasavubu se alarmó igualmente con sus políticas. Para enero de 1961, Kasavubu había escrito dos cartas a Dag Hammarskjold rogando que la ONU sacara a Dayal debido a su fuerte "parcialidad".
Durante la última parte de 1960 e inicios de 1961, la violencia de las fuerzas de Lumumba continuaron esparciendo estragos en las secciones central y norte del Congo. Despachos de prensa contaban sobre la violación de monjas y otras atrocidades contra blancos. Entonces a principios de febrero de 1961 se anunció de repente que Lumumba había escapado de Katanga y se creía que se encaminaba al Congo central para reunir sus fuerzas. Como Lumumba era la voz principal del comunismo y de la violencia, el Premier de la Provincia Katanga puso un alto precio sobre su cabeza. Unos pocos días más tarde se anunció que Lumumba había sido atrapado y muerto por nativos congoleños.
Inmediatamente llegaría retumbando un grito de indignación desde Moscú y una tormenta de protestas emanaron de la ONU. El Presidente Kasavubu y Moise Tshombe no podían entender por qué el Secretario de la ONU, Dag Hammarskjold insistía en estar tan sentimentalmente preocupado por Lumumba después del terrible baño de sangre que él había infligido al Congo.
Los congoleños también estaban impactados cuando Hammarskjold trató de forzar al Presidente Kasavubu a crear un gobierno de coalición comunista. Esta fue exactamente la forma en que cada una de las naciones europeas orientales habían sido atrapadas para convertirse en satélites soviéticos. Tshombe se indignó aún más cuando funcionarios de la ONU trataron de forzarlo a terminar todas las relaciones con los belgas y despedir a sus consejeros belgas. Tshombe acusó a Dag Hammarskjold de tratar de echar a los belgas para que la ONU pudiera tomar el poder. Esto tuvo realmente lugar en septiembre de 1961. Dag Hammarskjold ideó un ataque a Katanga con tropas de la ONU que temporalmente forzaron a Thsombe a salir del gobierno. Tshombe fue reemplazado por la mano derecha del líder comunista, Antoine Gizenga.
Sin embargo, Tshombe reunió a la gente bajo el grito de batalla "¡Libertad o muerte!" y así comenzó la resistencia. Entonces Dag Hammarskjold voló a África para negociar un cese al fuego antes de que el gobierno patrocinado por la ONU fuera derrocado. En ruta hacia Katanga, el avión de la ONu se estrelló y Dag Hammarskjold murió. En Washington D.C. el Senador Thomas A. Dodd dijo al Senado de Estados Unidos que la campaña de Hammarskjold estaba convirtiendo a todo el Congo en un campo comunista. Acusó que el Departamento de Estado había cometido una gran torpeza usando dinero americano para apoyar la conquista del Congo[4].
Durante toda esta excitación muchos americanos pensaron que la ONU estaba realmente tratando de proteger al Congo de un dominio comunista. Llegaron a esta conclusión del hecho de que Khrushchev había criticado violentamente el programa de Hammarskjold en el Congo. Ahora parecía que la lucha entre Khrushchev y Hammarskjold no fue sobre el tema de la toma del poder comunista, ya que ambos estaban presionando por lograrla. Su disputa era determinar quién tendría el control del régimen comunista una vez que estuviera en el poder.
Notas:
[1] "El comunista desnudo". M. Cleon Skousen. C&J Investments. 2007.
[2] Registro del Congreso. 29 de abril de 1954, pág. 5708.
[3] Informe Paris de Hilaire Du Berrier. Septiembre de 1960, pág. 1.
[4] Los cuatro discursos del Senador Thomas A. Dodd han sido publicados en un panfleto de la Oficina de Prensa del Gobierno. Se le llamó "La crisis en el Congo" (1961).