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Imagen: Unpaisderisa
Son reiteradas las veces que escucho al presidente de la república culpar a los medios de prensa por los espantosos titulares sobre la delincuencia y otros pormenores negativos que informan sobre lo que ocurre en nuestra sociedad.
La prensa sin embargo no tiene la culpa del incremento de la inseguridad ciudadana ni de la indecisión del gobierno como tampoco del ansia de protagonismo de la señora Nadine o la ineptitud de ciertos ministros. Pedir que la prensa resalte los logros del gobierno como en alguna oportunidad ha hecho el presidente luego de criticar a los periodistas, es esperar que la prensa haga el trabajo que debiera hacer el propio gobierno de difundir sus obras, si es que tiene obras que difundir. El canal del Estado bien podría servir para algo más que promover la figura de la consorte presidencial.
Ollanta Humala no resulto un conductor maravilloso y el país se le escapa de las manos, es ridículo pensar y todos los políticos lo suelen hacer a pesar de que digan que solo los autoritarios lo hacen, que la prensa tiene la culpa de todos los males. Las cosas pasan y alguien de algún modo la iba a tener que demostrar en algún momento. No se trata de que hablemos de la pulsión autoritaria del régimen y de que su discurso contrario a la libertad de prensa es muy cercano al de Correa o cualquier otro gobernante del socialismo tropical propio de nuestra región. Todos los políticos peruanos hasta el más democrático piensan en su fuero interno que la prensa es la culpable de sus males.
Definitivamente las cosas no son como piensa el presidente ayer incendiario y ahora bombero, la prensa tiene muchos defectos pero el de ser autora de los errores del gobierno no es uno de ellos. El rol de la prensa es informar y para ello tiene que vender, nada vende más que las metidas de pata de los gobernantes ¿No quiere que le saquen sus errores y sus inacciones en la cara Sr. Presidente? Pues sencillo haga las cosas bien y no deje que su primer ministro nos diga que este es un gobierno joven que tiene que aprender a gobernar, ya le pagamos el curso de economía más caro de la historia al Dr. Alan García en los ochenta y le estamos pagando (los limeños) el curso de gestión pública de gobiernos locales a la Sr. Villaran; no podemos entonces darnos el lujo de sostener un gobierno central de aprendices; la verdad es que la plata de los impuestos no crece en los arboles y la necesitamos para labores más urgentes.
A nivel simbólico la ridícula pretensión de pedir quince minutos de buenas noticias tiene desde mi modesto punto de vista la carga de la antigua costumbre feudal de matar al mensajero cuando las nuevas comunicadas no eran del agrado del señor del feudo. Pero como la vida de los gobernantes amateurs suele ser muy cruel con sus buenas intenciones, aun si estas se materializan, el dinosaurio va continuar ahí y ninguna aldea Potemkin de nuestros criollos palaciegos va a eliminar la realidad de los problemas propios de un presidente con ínfulas de palomilla de barrio que no se da cuenta que el Perú no es un cuartel.
"Matar al mensajero" es una buena opción si lo que pretende la pareja presidencial es correr hacia adelante el peso de su inacción, pero no es la forma de gobernar un país que lo que requiere es dialogo y no más enfrentamiento. Polarizar puede servir al gobernante, pero siempre deja marcas indelebles en los gobernados, nuestro país no merece más de eso y tampoco la inopia mental de quienes creen que pueden asumir el gobierno para recién "aprender" a gobernar.
¿Quiere buenas noticias señor presidente? Trabaje más que para eso es el primer empleado de la nación y cambie de canal cuando no le guste lo que ve.
Ivan Budinich Castro ivanbudinich@yahoo.com @ibucas