Las matemáticas hace tiempo que dejaron de ser la asignatura pendiente para los niños en cuanto a diversión se refiere.

Hoy en día el desarrollo de juegos entorno a números y operaciones sencillas han convertido a las matemáticas en un juguete en manos de los más pequeños, con la que se pueden divertir y potenciar muchas de sus capacidades.

Lo último en llegar al baúl de los juguetes es Sumblox, una original manera de otorgar valor dimensional a los números con el fin de poder aprender el aspecto más divertido de las matemáticas.

Los responsables de Juegaconmigo explican que este juego, formado por piezas en forma de números, otorga un tamaño a cada uno de ellos en función de su valor. De tal forma que, por ejemplo, si se coloca un cinco sobre un tres y un seis sobre un dos, ambas torres tienen la misma altura. 

Ordenar números por su valor relacionándolos con su altura, descomponer números y realizar sumas básicas, aprender el concepto de la multiplicación y construir palabras son parte de las enseñanzas que transmite.

La inteligencia numérica y espacial, dos de las inteligencias que se potencian con el desarrollo de este juguete

Las posibilidades de diversión con este juego se incrementan cuando con las piezas pueden construirse coches, edificios, animales, etc, teniendo en cuenta que para que las dimensiones sean simétricas las piezas deben tener el mismo valor.

La interacción con otros niños permite, además de la resolución de problemas, el aprendizaje en base a los conocimientos compartidos y la lógica aplicada. A esto se añade que poco a poco van a descubrir la resolución de operaciones sencillas basadas en sumas, restas, multiplicaciones o divisiones.

Este tipo de juegos capta la atención del niño y los entretiene, pero además aprenden mientras juegan en grupo o de forma individual. Potencian el desarrollo de la inteligencia numérica y espacial, ambas importantes en el desarrollo intelectual de los menores.

Finalmente Juegaconmigo incide en la importancia de una herramienta que se ha convertido en el apoyo de muchos profesores en distintas escuelas, ya que les ha permitido enseñar principios matemáticos básicos en los cursos de primaria.

La interacción con otros niños les permite aprender de los errores pero sobre todo descubrir poco a poco operaciones sencillas