Por: Andrew Meldrum, AP

JOHANNESBURGO- Mientras la variante ómicron arrasa Sudáfrica, el Dr. Unben Pillay atiende a docenas de pacientes enfermos al día. Sin embargo, no ha tenido que enviar a nadie al hospital.

Esa es una de las razones por las que él, junto con otros médicos y expertos en medicina, sospechan que la versión ómicron está causando realmente un COVID-19 más leve que el delta, aunque parezca estar propagándose más rápidamente.

“Pueden controlar la enfermedad en casa”, dijo Pillay de sus pacientes. “La mayoría se ha recuperado dentro del periodo de aislamiento de 10 a 14 días”, agregó.

Eso incluye a los pacientes de mayor edad y a los que tienen problemas de salud que pueden hacerlos más vulnerables a enfermar gravemente por una infección de coronavirus, dijo.

En las dos semanas transcurridas desde que se informó por primera vez de la presencia de ómicron en el sur de África, otros médicos han compartido historias similares. Todos advierten que se necesitarán muchas más semanas para recopilar datos suficientes para estar seguros, pero sus observaciones y las primeras pruebas ofrecen algunas pistas.

Según el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica:

– Sólo alrededor del 30 por ciento de las personas hospitalizadas con COVID-19 en las últimas semanas han estado gravemente enfermas, menos de la mitad de la tasa que durante las primeras semanas de las olas pandémicas anteriores.

– Las estancias medias en el hospital por COVID-19 han sido más cortas esta vez: unos 2.8 días en comparación con ocho días.

– Sólo el 3 p0r ciento de los pacientes hospitalizados recientemente con COVID-19 han muerto, frente al 20 por ciento de los brotes anteriores del país.

“Por el momento, prácticamente todo apunta a que se trata de una enfermedad más leve”, dijo Willem Hanekom, director del Instituto de Investigación Sanitaria de África, citando las cifras del instituto nacional y otros informes. “Es pronto, y tenemos que obtener los datos definitivos. A menudo las hospitalizaciones y las muertes se producen más tarde, y sólo llevamos dos semanas de esta oleada”.

Mientras tanto, científicos de todo el mundo observan los recuentos de casos y las tasas de hospitalización, al tiempo que realizan pruebas para comprobar la eficacia de las vacunas y los tratamientos actuales. Aunque la cepa delta sigue siendo la dominante en todo el mundo, los casos de ómicron están apareciendo en docenas de países, con Sudáfrica como epicentro.

Pillay ejerce en la provincia de Gauteng, donde la versión ómicron se ha impuesto. Con 16 millones de habitantes, es la provincia más poblada de Sudáfrica e incluye la mayor ciudad, Johannesburgo, y la capital, Pretoria. Gauteng registró un aumento del 400 por ciento nuevos casos en la primera semana de diciembre, y las pruebas muestran que ómicron es responsable de más del 90 por ciento de ellos, según las autoridades sanitarias.

Pillay dice que sus pacientes de COVID-19 durante la última ola delta “tuvieron problemas para respirar y niveles de oxígeno más bajos. Muchos necesitaron ser hospitalizados en pocos días”, dijo. Los pacientes que está tratando ahora tienen síntomas más leves, parecidos a los de la gripe, como dolores corporales y tos, dijo.

Pillay es director de una asociación que representa a unos 5 mil médicos generales de toda Sudáfrica, y sus colegas han documentado observaciones similares sobre ómicron. Netcare, el mayor proveedor de servicios sanitarios privados también está informando de casos menos graves de COVID-19.

Pero el número de casos está aumentando. Sudáfrica confirmó 22 mil 400 nuevos casos el jueves y 19 mil el viernes, frente a los 200 diarios de hace unas semanas. El nuevo aumento ha infectado a 90 mil personas en el último mes, dijo el viernes el ministro de Sanidad, Joe Phaahla.

“Ómicron ha impulsado el resurgimiento”, dijo Phaahla, citando estudios que dicen que el 70 por ciento de los nuevos casos en todo el país son de ómicron.

La tasa de reproducción de COVID-19 en la ola actual -que indica el número de personas que pueden ser infectadas por una persona- es de 2.5, la más alta que ha registrado Sudáfrica durante la pandemia, dijo.

“Debido a que se trata de una variante tan transmisible, estamos viendo aumentos como nunca”, dijo Waasila Jassat, que hace un seguimiento de los datos hospitalarios para el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles.

De los pacientes hospitalizados en la actual oleada, el 86 por ciento no estaban vacunados contra el coronavirus, dijo Jassat. Los pacientes con COVID que se encuentran ahora en los hospitales de Sudáfrica también son más jóvenes que en otros periodos de la pandemia: aproximadamente dos tercios tienen menos de 40 años.

Jassat señaló que, aunque los primeros indicios apuntan a que los casos de omicránea son menos graves, el volumen de nuevos casos de COVID-19 puede seguir desbordando los hospitales sudafricanos y provocar un mayor número de síntomas graves y muertes.

“Ése es el peligro que siempre conllevan las olas”, dijo.

Traducción: Lucía Aragón