El cardenal Cipriani, sin dar nombres, mencionó el caso de un religioso que denunció la existencia de una fosa común, lo cual resultó falso, y de otro que tratando de buscar una solución pacífica, terminó exaltando los ánimos.

Ante los incidentes suscitados por declaraciones del ministro de Justicia, Aurelio Pastor, en las que aparentamente cuestionó la actuación de algunos sacerdotes en los actos de violencia en Bagua, el cardenal Juan Luis Cipriani dijo estar satisfecho con sus explicaciones, además indicó que ha recibido información “bastante transparente” y “bien documentada” del ministro, donde “queda muy claro” que sus declaraciones fueron tergiversadas por una agencia de noticias internacional, haciéndolas aparecer como si se refiriera a la iglesia como institución, lo cual no es cierto.

Incluso, dijo que el comunicado emitido ayer por el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Monseñor Miguel Cabrejos, reconoce este error y admite que en los sucesos de Bagua, hubo sacerdotes que, seguramente guiados por buenas intenciones, emitieron declaraciones “imprudentes y equivocadas” que afectaron la imagen del gobierno.

Los sacerdotes actúan de buena fe y guiados por una búsqueda de justicia para sus pueblos, y es su labor pastoral

Por lo tanto, esto “Queda muy claro, que el ministro, no ha querido involucrar a la iglesia Católica como tal en los acontecimientos de la violencia de Bagua, lamentable y dolorosamente en estos hechos hubo algunos desencuentros, pero no podemos generalizar”, además manifestó Cipriani Thorne, que los sacerdotes actúan de buena fe y guiados por una búsqueda de justicia para sus pueblos, pero algunas veces terminan siendo “manipulados” por ONG, y más grave aún, por causas políticas, que distorsionan su labor pastoral.

Es muy cierto que el sacerdote tiene el deber de ayudar a la población y marcar el camino del bien común y la justicia pero hay que saber parar a tiempo ese deseo sano, transparente y bueno de ayudar a la población, puede ser usado como una causa política o una causa de violencia, y los sacerdotes no estamos ni para la violencia y mucho menos para las causas políticas”, aseveró.