Iván Budinich Castro

A estas alturas del partido, es un debate estéril preocuparnos por quien tuvo la culpa de que ahora estén saliendo los terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA a las calles. Ese es un tema que ya la historia saldara, A nosotros nos toca no perder de vista esta experiencia que puede servir para construir una legislación con vistas a prevenir que sucesos similares nos ocurran en caso que otra banda de criminales se levante en armas contra la democracia. Es por eso que necesitamos medidas aquí y ahora.

Visto el grado de terror y salvajismo en que las dos bandas de criminales Sendero y el MRTA sumieron a la sociedad peruana en los ochentas, lo único factible es inhabilitar de por vida para toda función política a sus exintegrantes. Pueden cumplir sus condenas, pueden reintegrarse o marcharse del país si lo desean, pero lo mejor es que sean retirados de cualquier cargo que tenga que ver con la vida política del país. Sus solas existencias son dañinas, su recuerdo es execrable, sus memorias vergonzantes. No hay lavado de cara, ni cirugía que pueda evadir el mal que le hicieron al país. No hay arrepentimiento que pueda devolver la vida a las víctimas de sus arrebatos criminales, no hay olvido suficiente en esta tierra y si por la ley los tenemos que ver libres en las calles, que al menos no sea ostentando puestos de autoridad en ese Estado que con saña intentaron destruir, en esa democracia que tiñeron con la sangre de inocentes.

Por ello es importante que prospere cualquier iniciativa dedicada a que quienes han cumplido sus condenas por terrorismo, sean excluidos del ejercicio del poder político. La bancada aprista ha anunciado que presentara un proyecto en ese sentido, si hay gente decente en el congreso de la república, esta iniciativa, debería ser aprobada.