El presidente del Nápoles, Aurelio De Laurentiis, manifestó su deseo de ofrecer un cargo de embajador del club al astro argentino Diego Maradona si resuelve su contencioso con el fisco italiano.

La Hacienda italiana reclama a Maradona 40 millones de euros por irregularidades en sus declaraciones fiscales de los años 80, cuando militaba en el conjunto napolitano, con el que conquistó dos 'Scudettos'.

"No debo nada a nadie (...) y aunque soy inocente, soy tratado como el peor de los criminales ante el mundo", afirmó en una entrevista en el periódico Corriere della Sera hace unos meses. "Soy el único en el mundo al que le han confiscado sus pendientes y sus relojes", añadió Maradona.

De Laurentiis afirmó que una vez se resuelvan esos problemas, la leyenda de 56 años, que se encuentra estos días en Nápoles para celebrar el 30 aniversario del primer título del club en la Serie A, ejercerá un papel de representación oficial.

"Para mí, Maradona es una leyenda... tan pronto como resuelva sus problemas con los impuestos se convertirá en nuestro embajador global", afirmó De Laurentiis el lunes.

Maradona llegó al Nápoles en 1984 procedente del FC Barcelona, y se convirtió en ídolo de la afición de San Paolo.

Varios murales, pinturas y grafitis con la efigie del exjugador adornan la ciudad del sur de Italia.

"Estoy muy feliz de estar acá con ustedes", declaró Maradona el lunes desde un balcón ante cientos de aficionados.

El 'Pibe de oro' confesó que rechazó una oferta del Barcelona, que le ofrecía doblar su sueldo, para jugar en el Nápoles.

"Esta camiseta me permitió soñar", añadió Maradona.

"Le dije que no (a Joan Gaspart, entonces vicepresidente del Barça), que quería seguir mi corazón. Nápoles es preciosa y única, pero necesitan ganar otras dos ligas para convertirse en un club aún mayor", afirmó.

El Nápoles es tercero en la Serie A, a cuatro puntos del líder, la Juventus de Turín.