¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Blog Catarsis Y Harakiri escriba una noticia?
Autor: Frank Krklec T.
La KGB (los servicios secretos soviéticos) llamaba "necrofagia política" al hábito de que un nuevo Secretario General del Partido Comunista dejará al anterior como un delincuente miserable para limpiar así su propia imagen. Lo inauguró #NikitaJrushchov contra #Stalin , al hablar de sus horrendos crímenes en su "discurso secreto" (difundido adrede a otros servicios de inteligencia para que todo el mundo se entere y lo consideren a Jruschov como un "moderado reformista"). Lo que no dijo Jruschov es que él mismo fue cómplice de esos horrendos crímenes y que incluso algunos fueron personalmente ejecutados por él.
Lo malo de esta práctica política es que una vez terminado su mandato su sucesor nuevamente volvía a hacer lo mismo contra su antecesor y así seguía el círculo vicioso, de hablar pestes sobre todos ellos lo cual al final solo perjudicaba a su propio país.
Algo así es lo que sucede en Perú contra los odios rabiosos y fanáticos contra el fujimorismo y el aprismo, sus sucesores Humala y Toledo pretendieron destruirlos con propaganda, satanización continúa y persecusión política durante sus gobiernos. Lo que no se dieron cuenta es que era un arma de doble filo y ellas estaban cavando sus propias tumbas políticas. Terminaron ambos con gobiernos mediocres e ineptos, acusados por todos lados por falta de liderazgo y graves casos de corrupción.
Lo que queda de Humala y Toledo ahora es el triste resultado de su necrofagia política contra sus antecesores. Esperemos que sus sucesores no sean igual de implacables que ellos, que así no se fortalece la justicia solo los odios políticos de turno.