¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Pupuchi escriba una noticia?
Nos podemos llevar muy bien con alguien, pero en algún momento podemos recibir alguna crítica; si no somos sensibles, vamos a emitir frases que pueden herir, no se sentirá como aporte… es una crítica
Nuestra ceguera comienza con un síntoma que se llama “Falta de atención” y su mal la “Critica”, culpemos a nuestro cerebro que hace lo que nosotros le ordenamos.
Es normal el que nos pongamos a la defensiva, nos sentimos atacados. Tengo que reconocer que eso siento. Pueda que la aprendimos a usar desde pequeños. A esa edad todo se asimila con el ejemplo, hay que tener cuidado porque somos nosotros quienes enseñamos a criticar. Pero podemos cambiar la manera de decir las cosas.
Tendemos a pensar que lo nuestro es lo correcto y lo de la otra persona no. Nos fijamos en lo que no se hiso bien… o aquello que nosotros haríamos distinto. Tengamos coraje, no miedo a las críticas. Especialmente que nuestras propias críticas no nos paralicen.
Cambiemos la forma de hacer los comentarios. Recuerdo que en una oportunidad en la que pusimos la mesa con una amiga, llego la hora del postre y habíamos olvidamos las cucharitas… con movimiento de cabeza el hermano miro la mesa y dijo ¡No pusieron cucharas! Pudo haberse levantado y sin hacer gesto alguno, traerlas. No es lo que se diga, sino “Cómo” lo decimos.
La verdad está en que nosotros reprochamos por medio de nuestras críticas, la cualidades que CREEMOS tener
La verdad está en que nosotros reprochamos por medio de nuestras críticas, la cualidades que CREEMOS tener.
Atacamos con críticas como el famoso ¡Deberías haber hecho!… agarrándonos de algo que se hizo mal. Una forma de desarmar a la otra persona sacando en cara errores del pasado; reacciones que dan lugar a conflictos, discusiones y alejamiento. Es por eso que la “Critica” es considerada la fuerza del imponente.
Ser criticados como criticar se da con la misma frecuencia que un simple resfrió… Todo depende de la manera en que nos expresamos. Si no hay cuidado, se siente ofensa.
Las relaciones andarían mejor si además de perdonar a quienes nos critican, nos reímos de ellas. La risa es la vacuna contra cualquier virus del espíritu. Para Madre Teresa de Calcuta la crítica era considerada “El cáncer del corazón"
Entonces, que nada nos detenga y que no nos afecte una crítica, nosotros tomamos las decisiones; lo bueno nos da felicidad y de lo malo aprendemos, conscientes de que pagaremos las consecuencias.
Iris Delgado De la Torre Bueno