¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Antonio Rodríguez Jiménez escriba una noticia?
Las crecientes tensiones entre occidente y Rusia por la crisis Ucraniana, el enfriamiento de de las relaciones EEUU y Rusia en politica internacional. Ha llevado a la OTAN ha redescubrir a su antiguo enemigo y a ponerlo en valor en sus planes estratégicos tras casi 20 años en otros frentes
"La guerra fría terminó, pero no se ha firmado la paz". Esta frase del presidente ruso Vladimr Putin viene a definir el momento de frialdad de las relaciones este/oeste en la actualidad tras la luna de miel vivida desde finales de los 80 tras la caída del muro de Berlín y el fin de la URSS. Tras muchos avatares históricos en que Rusia pareció quedar como un actor irrelevante en política internacional especialmente en la última década del siglo XX y la primera del XXI forzándola a inhibirse de los conflictos internacionales de aquellos años sin más papel que seguir los pasos de los EEUU o a lo sumo mostrar una oposición testimonial a sus políticas. Ahora bien la posterior recuperación de su economía, de su peso político internacional y de su pulso militar a inicios de la segunda década del siglo XXI traducido en el apoyo al régimen de Bachar El-Assad en Siria impidiendo una intervención occidental en ese país en guerra civil y especialmente la intervención rusa en la crisis ucraniana con la anexión de Crimea y el apoyo a los rebeldes prorrusos en en el este de Ucrania han puesto a Rusia otra vez en su papel de potencia mundial recuperando colateralmente su papel de si no enemigo si rival y contrincante de occidente.
Esta situación ha forzado a la OTAN ha volver a desempolvar los planes de guerra frente a un posible, aunque afortunadamente improbable, conflicto con Rusia. Ahora bien ya no sería como en la Guerra Fría una guerra convencional masiva en Europa Occidental que podría a escalar a un conflicto nuclear que degeneraría en apocalípsis sino que los escenarios que se barajan se basan en conflictos limitados en escenarios concretos donde una hipotética intervención de la alianza estaría solo motivada para apoyar a un aliado menor frente a una agresión de terceros contra su territorio con apoyo ruso indirecto, como la crisis en las regiones orientales de Ucrania, con la idea que una intervención de la OTAN disuada al "oso ruso" de aventuras mayores.
Este es el leit motiv de los ejercicios "Noble Mariner 2014" que la OTAN ha realizado en aguas españolas.
El contexto
Noble Mariner 2014 es un ejercicio eminentemente naval aunque conserva la proyección del poder naval en tierra con desembarcos y operaciones en tierra de la Infantería de Marina Española, su escenario incluye la practica totalidad del litoral mediterráneo español, el Mar de Alborán y el estrecho de Gibraltar.
En este entorno y jugando con los mapas, la geografía y los nombres se trasplantan las tres repúblicas bálticas, Letonia, Estonia y Lituania, una porción de Rusia, Noruega y se inventan cinco países ficticios: Bothnia, Arnland, Framland, Torrike, Otso y Lindsey cada cual con su figurada realidad política y social.
Y en este teatro una reclamación territorial de Bothnia, apoyada por Rusia, sobre la ficticia isla de Iluma perteneciente a Estonia genera una crisis internacional que genera en conflicto con las tropas de Estonia enfrentándose tanto a unidades regulares bothnias como a bandas de milicianos probothnios financiados y armados por Rusia.
Con beneplácito de la Naciones Unidas la OTAN interviene en favor de Estonia movilizando a su fuerza de respuesta, NATO Response Force, NRF, desplegando su Task Force 445 en la zona de guerra, en el ejercicio se supone que es el Golfo de Finlandia, para expulsar a los agresores bothnios liquidar a sus milicias y disuadir a Rusia de buscar mayores implicaciones.
El escenario refleja una crisis en los países bálticos de forma evidente y de hecho se trata que así sea. Es demostrar en público que la alianza no dejará abandonada a sus aliados más modestos de ser agredidos por quién fuera sea Rusia o terceros por delegación. Por supuesto no es el único escenario en que la OTAN tendría que medirse a Rusia, o demostrar firmeza ante ella en el escenario geopolítico actual, por lo que simultáneamente se realizan despliegues militares ya fuera en el Mar Negro, Polonia, Países Bálticos con evidentes fines disuasorios y se realizan ejercicios que preverían una acción en Ucrania la cual aunque tiene la puerta abierta a la OTAN tras la revolución de Maidan todavía llevará tiempo, y bastante se prevé, de ser incorporada a la alianza.
Las fuerzas en presencia
Noble Mariner es una operación interaliada con las distintas nacionalidades que integran la OTAN trabajando mutuamente. El mando recae en el almirante británico Peter Hudson jefe del Mando Marítimo Aliado, MARCOM, el segundo en el mando es el almirante estadounidense Brad Williamson comandante de la fuerza OTAN del Mediterráneo, SNMG2, y el jefe de estado mayor y director de las operaciones es el almirante español Juan Rodríguez Garat jefe del Cuartel General Marítimo de Alta disponibilidad Español, SPMARFOR, que España pone a disposición de la alianza para organizar el ejercicio.
La multinacionalidad se ve también en los medios y unidades empleadas empleadas: 1 buque americano, 2 británicos, 2 franceses, 2 alemanes, 2 turcos, 1 portugues, 1 italiano, 1 griego y 11 españoles, tanto buques de superficie como submarinos. En el componente aéreo también intervienen aeronaves de Canada, Portugal, EEUU, Alemania y Francia juntos a las españolas hasta 38 aviones y helicópteros.
Solo en el componente terrestre la fuerza es totalmente española con el despliegue de una Agrupación Reforzada de Desembarco de Tercio de Armada que se encargará de llevar a cabo las operaciones terrestres.
Toda esta maquina bélica estará coordinada y dirigida por el SPAMARFOR en el que se integran diferentes oficiales aliados para coordinar las operaciones. De hecho el Noble Mariner es el examen que este cuartel tiene que pasar por parte de la alianza para que quede a disposición de la misma en 2015 y pueda ser empleado por la alianza en cualquier parte del mundo. Lo que es lo mismo dependiendo del resultado de Noble Mariner se demostrara si este cuartel general español está capacitado para llevar a cabo misiones de la OTAN y si es valido para que la OTAN cuente con él.
El poder en tierra
Aunque las maniobras simularon docenas de escenarios tanto navales como aéreos en todo el teatro del Mediterráneo Occidental donde se realizaron, uno de los escenarios más impresionantes fue el desembarco del TEAR en playas almerienses simulando un golpe de mano contra un objetivo enemigo.
El objetivo del ejercicio es demostrar la determinación de la alianza ante posibles expansionistas rusas parecidas al caso ucraniano
El desembarcar fuerzas navales en tierra tiene desde tiempo inmemorial un efecto demoledor para el defensor el que puede realizarse en cualquier lugar de la costa valido lo que fuerza al defensor a vigilar todo el litoral pues no sabe donde se producirá el ataque que el ofensor puede elegir a su antojo. No queda más remedio que cubrirlo todo cumpliéndose a la contra la máxima de Napoleón que dice: "Quién defiende todo, no defiende nada". El TEAR ha aprendido está lección a las mil maravillas y le saca partido aplicando flexibilidad a esta ventaja pues no se trata en muchas ocasiones de desembarcar para ocupar definitivamente un territorio como si un nuevo desembarco de Normandía se tratase, sino de desembarcar y golpear destruyendo los objetivos previstos tierra adentro reembarcar y volver al mar para repetir el golpe en otra parte del litoral o sea ser capaz de lanzar ataques relámpago desde el mar.
Para esto se forma una Agrupación Reforzada de Desembarco, ARD, que consiste en unir en una sola fuerza desembarco unidades de infantería, mecanizadas, de zapadores, acorazadas y artillería apoyada por helicópteros y aviones Harrier logrando en una unidad mediana, más o menos un batallón según la necesidad, una fuerza de despliegue muy rápida, autónoma, de mucha movilidad tanto en el mar contra tierra y lo más importante de alta potencia de fuego capaz de golpear infligiendo un daño devastador y después reembarcar y retirarse dejando al enemigo conmocionado e incapaz de reaccionar ya sea este un enemigo convencional o una fuerza irregular terrorista lo que convierte la ARD en una fuerza capaz de enfrentarse a amenazas híbridas muy comunes en el escenario bélico contemporáneo.
El desembarco
Una unidad de operaciones especiales es la primera que de noche y en helicóptero la primera en llegar a la zona y comprobar que no hay presencia enemiga, prima la sorpresa no tomar playas fortificadas como la de Omaha en 1944, y cuando certifica que no hay enemigo en la cabeza de playa, por radio da permiso a las fuerzas que permanecen en el mar que pueden iniciar el asalto.
La playa se señala con elementos fumígenos para que la primera oleada asalte la playa. Esta desembarca en lanchas semirrigidas Supercat, embarcaciones de asalto, de las que los infantes de marina saltan de las lanchas y a la carrera forman una linea de fusiles al interior, al mismo tiempo los Harrier de la Armada lanzan ataque en vuelo rasante contra los objetivos desconcertando al adversario, los infantes de marina no se quedan quietos y tras este primer salto se alzan y se lanzan al interior a ocupar posiciones más tierra adentro. Cuando están acometiendo este salto la segunda oleada sobre vehículos anfibios AAV alcanza la playa, los infantes de marina saltan de los mismos y forman sus lineas de tiro al frente y tras asegurar la zona vuelven a embarcar en los anfibios y dentro de ellos penetran tierra adentro justo en en el momento que las lanchas de desembarco de la tercera aleada han llegado a la orilla y bajan los portones.
Las lanchas permiten que arribe el material pesado y de las lanchas salen los Hummer equipados con equipos de misiles y los vehículos de combate Piraña con las nuevas torretas Lance con cañones de 30 mm que multiplican la potencia de fuego de la unidad y sin pausa penetran tierra adentro, nuevos pelotones de infantes son aportados mediante helicópteros mediante la técnica del fast-rope y se unen al avance justo tras tocar tierra.
En ese momento la cuarta y última oleada toma tierra desembarcando el equipo mas pesado como son los vehículos Piraña de zapadores, necesarios para superar cualquier obstáculo imprevisto, y la artillería autopropulsada con ATP M-109 y sus vehículos de municionamiento. La artillería toma posiciones para apoyar las tropas que ya han penetrado en el interior y con su potencia de fuego se sumarían a la artillería naval y la aviación para liquidar cualquier objetivo duro que la Infantería de Marina encuentre en su avance.
Con la puesta en posición de la artillería se da por terminada la operación de desembarco como tal, desde que el primer infante tomo tierra con la primera oleada hasta la llegada de la artillería han transcurrido exactamente 21 minutos de cronómetro, simplemente un tiempo de acción perfecto.
La operación continua y tras una corta progresión de 10 kilómetros al interior se alcanza el objetivo, en el ejercicio una base un grupo de milicias irregulares bothnias, que es asaltado de inmediato. Una sola hora de combate desplegando la máxima potencia de fuego y el objetivo es destruido por completo, todos los milicianos se dan por muertos, heridos o capturados.
Este éxito indica el momento del repliegue y las fuerzas escalonadamente vuelven a la playa donde reembarcan en los mismos medios que los han traído a tierra ya sean las lanchas semirrigidas, anfibios, lanchas de desembarco y helicóptero. En solo tres horas desde que el primer infante pisó tierra el reembarque ha concluido y las tropas vuelven navegando a los buques que las han traído a tierra, en esta ocasión los buques Castilla y Juan Carlos I, un ataque relámpago ha concluido con total éxito.
Veredicto
Desde un punto de vista realista y pragmático es difícil creer que Rusia pueda sentirse intimidada por ninguna demostración de fuerza que la OTAN realice ya sean estos ejercicios Noble Mariner o cualquier otro, pero quizá si cumplan su función de proporcionar confianza a aliados que puedan verse amenazados y si cumplen plenamente el mantener el objetivo de mantener el musculo militar de la OTAN bien engrasado y esa es precisamente su capacidad de disuasión.
Y quizás con eso baste pues fue la disuasión, en su caso la nuclear, la que impidió una nueva guerra mundial y puede que ahora sea un punto más de estabilidad en un mundo donde ya sin haber miedo a un enfrentamiento entre bloques sigue habiendo una total rivalidad y todavía "no se ha firmado la paz de esa guerra fría".