Iván Budinich Castro

Siempre hemos estado seguros que la izquierda peruana no tiene sangre en la cara ni moral alguna, si claman en nombre de la democracia es mera conveniencia. Las mismas y los mismos que lloran como plañideras cuando hablan de las practicas antidemocráticas del ing. Fujimori y se llenan la boca hablando de dictadura; no tienen empacho en avalar dictaduras como Cuba, autoritarismo como Venezuela o golpes disfrazados como en Nicaragua. Menos, mucho menos la corrupción Argentina y Brasileña cuando quien gobierna es uno de los suyos.

Los derechos humanos no les importan para nada a los hijo ideológicos del asesino Che Guevara, son una mera pantalla para perseguir a sus adversarios y ganar en los tribunales las guerras que sus compinches terroristas no pudieron ganar en el campo abierto.

Que nadie se escandalice porque la izquierda en el congreso rehuya solidarizarse con el pueblo venezolano, es una muestra más de lo evidente, de lo que ya sabemos todos, que son una retahíla de hipócritas, que la democracia les interesa un pito, que para ellos la verdad es que salvo el poder todo es ilusión.

Ni escudándose en tecnicismos pueden evadir la realidad, el Frente Amplio evita condenar a toda costa el chavismo por que comparten los mismos principios, los inspira el mismo modelo y no pierden de vista los petrodólares.

Nos leemos.