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Escrito por: Sonia S. Manrique Collado
Fuente: www.encuentrofugaz.wordpress.com
El primer día de enero del año 2005, un grupo de jóvenes armados que se hacían llamar Reservistas Etnocaceristas asaltaron una comisaría de Andahuaylas. Estaban dirigidos por Antauro Humala quien dijo: "Andahuaylas ha sido escogido por orden expresa del comandante Ollanta". Todos recordamos sus palabras: "Ollanta ordena, Antauro obedece". Y los reservistas ahí congregados gritaban "¡Viva el comandante Ollanta!".
Ollanta Humala, hermano de Antauro, dijo desde Seúl (Corea del Sur) ese mismo día: "Es momento de levantarnos y demostrarle al gobierno y a la casta política antipatriota que el pueblo peruano es capaz de asumir una actitud viril cuando es estafado por un gobierno que día a día se deslegitima y se pone al margen de la legalidad. Para todo reservista, la dramática situación de la República así lo exige. La insurgencia popular en este caso es un deber y ASÍ LO DEMANDO".
¿A qué gobierno se refería Ollanta Humala? Nada menos que al dirigido por Alejandro Toledo, quien había sido elegido el año 2001. Algo muy importante es que él hace un llamado a los reservistas diciéndoles que la dramática situación del país así lo exigía y utiliza la expresión "así lo demando". Dice que "la lucha para rescatar nuestra democracia pasa necesariamente por desconocer al señor Alejandro Toledo". ¿Cómo es posible que ahora niegue su participación?
Actualmente Antauro Humala está en prisión pero su hermano Ollanta es presidente de la República. Nadie parece acordarse del papel que jugó en la rebelión de Andahuaylas y que terminó con la muerte de cuatro policías. Él ha dicho que nunca fue etnocacerista y le creen, o les conviene creerle. Ahora Alejandro Toledo es aliado de Ollanta Humala, ha olvidado el llamamiento que hizo el día del "andahuaylazo", cuando lo desconoció como presidente de la República y le demandó su salida. Mario Vargas Llosa también decidió olvidarlo.
Ollanta Humala nunca aceptó su responsabilidad en la muerte de los cuatro policías, simplemente dijo que no tuvo nada que ver. Pero ahí están las declaraciones de su hermano Antauro. Todo está claro, sin embargo Mario Vargas Llosa y Alejandro Toledo prefirieron hacer a un lado esos hechos y apoyarlo en las elecciones del año 2011. Muchos peruanos hicieron lo mismo, hablan de democracia pero votaron por un hombre que dirigió un levantamiento en contra de un gobierno democrático. La falta de memoria de la población peruana ha sido una gran ayuda para que Ollanta Humala sea presidente de este país. Es una memoria selectiva, sólo recuerda lo conveniente.
Felizmente no todos lo hemos olvidado. Por ello es que tenemos que estar siempre alerta. Ollanta Humala parece ser otra persona: niega haber sido etnocacerista y niega que fue financiado por Hugo Chávez en la campaña anterior. Con esos antecedentes, tenemos derecho a preguntarnos si alguna vez negará que se comprometió a respetar el sistema democrático a fin de ganar la segunda vuelta el año 2011. ¿Lo cumplirá? Tal vez sólo esté esperando las circunstancias apropiadas. Él ha permitido que solamente su hermano pague por el asesinato de los cuatro policías. ¿Justicia?
¿Por qué los jueces no consideraron las declaraciones de Antauro ese día? ¿Por qué no tomaron en cuenta el llamamiento desde Seúl? Si el señor Ollanta Humala cambió su forma de ver las cosas y abandonó el pensamiento etnocacerista, está muy bien, pero toda persona debe asumir las consecuencias de sus actos pasados. Ollanta Humala, un hombre que llegó a presidente, con el trabajo inicial de los reservistas a quienes ahora ha olvidado. Un peruano típico: desmemoriado.