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No sólo es agradable a la vista, usar paredes verdes en las ciudades es cada vez más frecuente en la lucha contra la contaminación.
Pared vertical en la Caixa Forum de Madrid, obra del botánico Patrick Blanc (Wikipedia)
En Lyon, una de las ciudades más grandes y contaminadas de Francia, tuvo lugar el primer experimento en un estacionamiento de la estación de Perrache.
Doce columnas de vegetación vertical, que representarían 130 m2 de zonas verdes en pleno centro de la ciudad, se instalaron en la pared del estacionamiento.
Al interior del estacionamiento, hay tubos ubicados dentro de la estructura que aspiran el aire contaminado y lo dirigen hacia las paredes vegetales. Ahí hay bacterias y hongos que se desarrollan en las raíces filtran los contaminantes. Las plantas absorben el dióxido de carbono para transformarlo en oxígeno.
En la autopista A1, al norte de París, las plantas también han ayudado a los empleados de peaje, que están expuestos a la contaminación causada por cerca de 80, 000 vehículos por día que pasan frente a ellos.
Para paliar el problema, se instalaron cerca de las cabinas cubos de plantas, los trabajadores reciben aire limpio a través de un sistema de aire a presión que entra al interior de las cabinas.
No sólo las paredes de plantas limpian el aire, también tienen cualidades estéticas y proporcionan aislamiento acústico.
Si las paredes vegetales se siguen desarrollando en Europa y se usan en países como China o México, donde hay altos niveles de contaminación urbana, se les augura éxito total.