Las motocicletas tienen toda una mecánica propia que precisa mantenimiento específico y, muchas veces, difiere del de los vehículos de cuatro ruedas. Un claro ejemplo de ello es el carburador de la moto, un dispositivo que se encarga de preparar la mezcla de aire y combustible en los motores de gasolina.

Pese a que los modelos más modernos utilizan motores de inyección y están apartando del mercado las motocicletas que utilizan estas piezas, lo mas común es encontrar motos con carburadores de 2 y 4 tiempos ya que son más asequibles.

Con la finalidad de que el motor funcione de una manera más económica y tenga, al mismo tiempo, mayor potencia de salida, es importante que la gasolina esté mezclada con el aire en las proporciones óptimas. De ello se encarga el carburador, que explicado de manera sencilla tiene el siguiente funcionamiento.

Lo primero que hay que entender es que trabaja en cuatro momentos: la admisión y compresión, en los que sube el pistón, y la explosión y expansión, en los que baja. Así, el aire entra, a través del filtro del aire, en el carburador aspirado por el pistón cuando provoca vacío en el cárter al ascender. El aire pasa por el carburador a toda velocidad sobre los conductos por los que sale la gasolina y la pulveriza. En este momento, el combustible se mezcla con el aire aspirado y pasa directamente al motor.

Para que la moto funcione correctamente, hay que carburarla, es decir, regular la cantidad de gasolina que pasa al motor. En el caso de que no esté bien carburada y tener dudas al respecto si la motocicleta se ahoga o no se revoluciona correctamente, lo mejor es acudir a un profesional que resuelva todas las dudas.

Entonces, es importante conocer qué piezas forman el carburador: