Un día anterior elaboro la mermelada. Coloco en una olla los arándanos con la ralladura de limón y un poco de agua, a fuego bajo, pasados unos 10 minutos estarán blandos y en puré, retiro del fuego, añado las semillas de chia, remuevo pasando todo a un frasco de vidrio hermético para que se enfríe y agarre textura. En un procesador coloco las galletas y las trituro (también sirve ponerlas en una bolsa y con un rodillo las aplastamos) y en un molde desmontable añadí las galletas trituradas con la mantequilla derretida y voy presionando con un vaso para que quede prieto y no se desmigue, y lo llevo a refrigerar por una media hora; mientras pongo las láminas de gelatina a remojar en agua fría durante unos 10 minutos, coloco también en un bol el queso, el yogur y el azúcar y con batidor de mano voy batiendo hasta integrar todo. Luego escurro las hojas de gelatina y las pongo en otro recipiente para introducirlo al microondas por 20 segundos para que se diluya, lo incorporo a la mezcla de queso y remuevo hasta que se integre por completo mas el puñado de arándanos. Saco la base del refrigerador y le coloco la mezcla de queso y aliso con una cuchara, lo vuelvo a introducir al refrigerador durante al menos 4 horas para facilitar el desmoldado. Cumplido este tiempo, lo saco, desmoldo y coloco sobre él la mermelada de arándanos, y lo mantengo en la nevera durante una hora mas para que tenga la textura correcta para consumir. El resultado? simplemente divino y con un sabor increíble, buen provecho.