Poéticamente dramático, ¿sí? Pero no exagerar los efectos aplastantes del odio religioso. Esta es la época del año cuando revisamos el pasado y soñamos con nuestro futuro. Soñamos y deseamos que segur con la vida en el futuro como seres espirituales. Cuando el odio parece filtrarse en la sociedad, a menudo parece ser un proceso orgánico, pero en realidad es impulsado por una influencia oculta.

En el presente, estas fuerzas están trabajando encubiertamente. La psiquiatría se ha formalizado en una ciencia falsa. Si bien hubo una idea de la mente subconsciente y el papel que puede tener en nuestra conciencia, que ha sido de ayuda, pronto se transformó en un refugio encubierto para los traficantes de odio que promueven el mismo y sugieren terapia electro-convulsiva o drogas peligrosas como remedios. Estos psiquiatras son la versión moderna del grupo que diseñó el Holocausto, el asesinato sistemático de alrededor de dos tercios de la población judía de Europa. No hay más ejemplos desgarradores de odio religioso en nuestro mundo.

El Holocausto, también conocido como la Shoah, se conmemora cada año el día en que el campo de concentración de Auschwitz fue liberado por los soviéticos, casi 8 meses antes de que finalizara oficialmente la Segunda Guerra Mundial. Recordamos esta fecha, el 27 de enero, al comienzo de nuestro nuevo año, ya no para mirar atrás, sino para medir un camino a seguir que reconozca la necesidad de la comprensión de la humanidad sobre una base espiritual y religiosa.

Esto está bien establecido en el Credo de la Iglesia de Scientology, extraído a continuación. 

"Nosotros de la Iglesia creemos:

Que las almas de los hombres tienen los derechos de los hombres.

Que el estudio de la mente y la curación de las enfermedades causadas por la mente no deberían enajenarse de la religión o tolerarse en campos no religiosos.

Y que ninguna administración menos que Dios tiene el poder de suspender o ignorar estos derechos abierta o furtivamente ". L. Ron Hubbard.

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