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El
Gobierno declaró el 2013 "Año de la seguridad alimentaria y del desarrollo
rural" y como asunto de interés nacional y necesidad pública, sin embargo, a
pesar que en el país existe riesgo alimentario por limitada disponibilidad y
acceso a alimentos nutricionalmente adecuados e inocuos, no recibe la atención
debida.
Con DS 102-2012 PCM (octubre 2012) se creó la Comisión Multisectorial de Seguridad Alimentaria para que en 180 días evalúe la vigente Estrategia Nacional 2004-2015 y proponga una nueva Estrategia y un Plan 2012-2021, pero dicho plazo venció largamente y no hay Estrategia ni Plan. Asimismo, la Comisión Agraria del Congreso aprobó el pasado junio el predictamen de Ley del Derecho a la Alimentación, Soberanía y Seguridad Alimentaria Nutricional, pero no se prioriza su debate congresal.
Según el mapa de Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria 2012 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, unas 4 . 5 millones de personas, principalmente del sector rural, presentan "Muy Alta" y "Alta" vulnerabilidad a la Inseguridad alimentaria por no cubrir sus requerimientos nutricionales para una vida saludable, a pesar de tratarse de un derecho fundamental. En la práctica, la política de seguridad alimentaria se limita a programas de asistencia alimentaria, algunos de los cuales presentan serias deficiencias y no cumplen sus metas a cabalidad (inexplicablemente acaban de desactivar el Programa Integrado de Nutrición Infantil).
Otro problema de inseguridad alimentaria es que somos netos importadores de soya y cebada (100%), trigo (90%) y maíz amarillo (60%), y según la FAO, debemos mejorar el acceso a los alimentos, sobre todo en las zonas rurales, además de insertar en los sistemas alimentarios del país a la pequeña producción y a la agricultura familiar.
Bajo este panorama, la inseguridad alimentaria nos seguirá persiguiendo debido a: 1) Falta de soporte institucional y presupuestal; 2) Deficiente producción sostenible y diversificada de alimentos por falta de tecnología, investigación e innovación; 3) Falta de apoyo a la pequeña agricultura familiar (84% de productores rurales generan 60% de alimentos que consumimos diariamente); y 4) Impacto de desastres naturales y cambio climático.
Debemos implementar una política de seguridad alimentaria, coherente y sostenible, para impulsar la modernización, capitalización y productividad del campo, caso contrario, la desnutrición crónica infantil, la prevalencia de anemia en menores de 5 años, y el déficit calorífico, seguirán bordeando el 18%, 33% y 29%, respectivamente, a nivel nacional.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 9 de noviembre de 2013