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Ya eres adulto, pero eso no quita para que de vez en cuando te despiertes con mala sensación en el cuerpo, y es que acabas de tener una pesadilla. Y esa angustia o perturbación se mantiene durante un buen rato pues, aun sabiendo que no es real, vuelve a tu mente una y otra vez durante un buen rato hasta que logras volver a quedarte dormido. ¿Pero qué es lo que provoca que esa noche tengas una pesadilla y no un sueño normal y agradable como normalmente? ¿Por qué tu cerebro te perturba con vivencias desagradables en tus viajes oníricos? Eso es lo que toca explicar hoy: Qué son y por qué tenemos pesadillas.
¿Qué son las pesadillas? La actividad de nuestro cerebro en algunos momentos del sueño es tan alta como en los periodos de vigilia, cuando estamos despiertos. En estos momentos, conocidos como fase REM del sueño, es donde nuestro cerebro elabora los sueños, a partir de información aleatoria que le llega al cerebro y que intenta ordenarla para darle sentido (por eso los sueños son tan raros y saltan de un punto a otro sin casi ninguna explicación).
vigilia (verde), sueño ligero
(amarillo) y sueño REM (azul) Pues bien, cuando el sueño contiene situaciones de peligro, terror psicológico o físico, entre otros, esto causa una fuerte respuesta emocional negativa en el durmiente, típicamente involucrando miedo y/o horror, es entonces cuando pasa a conocerse ese sueño como pesadilla.
La frecuencia con la que se suceden las pesadillas depende de muchos factores, como la edad. Antes de los 5 años, es muy raro que éstas ocurran, sin embargo, a partir de esa edad y hasta la adolescencia, la frecuencia es de una por semana. Bajando a una pesadilla al mes cuando uno llega a la edad adulta.
¿Qué causa las pesadillas? Básicamente cualquier situación que nos cause estrés o incomodidad puede acarrear que las pesadillas invadan nuestros sueños esa noche, así, los factores más comunes son: