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Los pies, compuestos por 28 huesos, más 6.000 terminaciones nerviosas, 57 articulaciones, numerosos músculos y un sin fin de vasos sanguíneos sufren un calvario todos los días, atrapados y encerrados bajo un calzado
Los pies, compuestos por 28 huesos, más 6.000 terminaciones nerviosas, 57 articulaciones, numerosos músculos y un sin fin de vasos sanguíneos sufren un calvario todos los días, atrapados y encerrados bajo un calzado, que en ocasiones resulta tirano.
Además, estas delicadas peanas humanas deben de soportar el peso corporal y desplazarlo por terrenos ásperos y duros como el asfalto. El problema se agrava cuando se les somete a la tortura de los tacones de vértigo sin apenas sujeción y con puntas estrechas.
Es necesario prestarles atención antes de que protesten. Lo mejor, tras una larga y ardua jornada, es un baño de agua templada con sal común o aceites esenciales. A continuación intercalar duchas de agua caliente y fría y terminar el proceso con crema hidratante, mejor si es específicas para los pies, con el fin de evitar la deshidratación y compensar su déficit de grasa.
Además de la higiene diaria, con el desodorante correspondiente para evitar la sudoración, una vez a la semana, se deben de cortar las uñas, con forma recta, y limarlas con una lima de cartón para evitar la aparición de los uñeros uñas encarnadas-. Los exfoliantes son muy útiles para eliminar las pequeñas durezas.
Es importante prestarles atención antes de tener problemas
Siempre que existan callos, ojos de gallo o juanetes se precisa la atención del podólogo. Felicidad Carrera, especialista en estética, explica que los problemas más frecuentes de la piel de los pies son la sequedad, las durezas, los callos y la deshidratación y aconseja masajes específicos, reflexoterapia y quiromasajes para preservar la belleza y la salud de los pies.
Con la llegada del buen tiempo se debe de estar más alerta a los pies, ya que el cambio de calzado conlleva que a los problemas comunes se les sumen las ampollas y las rozaduras. Es bueno andar descalzo, pero ojo por dónde pisa, un cristal o cualquier metal puede desembocar en un doloroso accidente.
Antonio Tovar, cirujano y traumatólogo del Instituto de Medicina Estética de Maribel Yébenes aconseja dar paseos con los pies descalzos por la orilla de mar para estimular los puntos reflejos de la planta de los pies y la circulación de retorno.