Nadie se puede resistir a buena pizza, pero siempre se ha considerado como una comida alta en calorías, grasa saturada, y sodio. El sabroso queso fundido en la boca, La salsa dulce, la corteza crujiente más los ingredientes que van por encima crean una combinación de sabores y texturas irresistibles al paladar. Cada día, alrededor de 40 millones de personas se sientan para disfrutar de una rebanada.

Hay un montón de razones por las que cuales las tasa de obesidad es tan alta a nivel mundial, por ello no podemos dejar de preguntarnos qué efecto tiene el pepperoni y el queso en el organismo. En promedio una porción de pizza con pepperoni contiene 311 calorías, 13, 5 gramos de grasa total de los cuales 5, 5 gramos son saturadas) y 720 miligramos de sodio.

Cuando su pizza contiene la combinación correcta de grupos de alimentos, puede proporcionarle alrededor de un 30 por ciento de fibra, 35 por ciento de la proteína y más del 50 por ciento de la ingesta recomendada de licopeno. Este es un antioxidante que ayuda a combatir al cáncer y se encuentra en los tomates.

Hay muchas recetas fáciles de preparar que ayudan a reducir las calorías, grasas y carbohidratos sin sacrificar ese derecho adictivo del sabor de la pizza. El secreto está en utilizar por ejemplo harina integral para la masa, utilizar un queso bajo en grasas y agregar muchos vegetales.

La mayoría de los males de la pizza se encuentran en la corteza, la cual básicamente no aorta ningún tipo de nutrientes. Se debe a que en su mayoría se hacen de harina blanca refinada que agudizará sus niveles de insulina. Cuanto menos corteza se tenga es mejor, así que hay optar por la corteza fina. Por ejemplo las patatas pueden convertirse en una corteza más saludable. No sólo tiene menos carbohidratos sino que tiene 11 veces más fibra. Hay muchas variedades de masa sin gluten.

La apuesta más segura es preparar la pizza en casa. Es importante evitar las salsas de tomate enlatadas porque tienen mucho azúcar. Puede bajar el índice glucémico de una pizza añadiendo ingredientes ricos en fibra y proteínas. Por ejemplo, mientras que una pizza de queso simple tiene un índice glucémico de 80 a 100, uno con muchos vegetales alcanza los 49. Las verduras crudas y las carnes magras son las mejores.

Elegir un queso bajo en calorías le ahorrará 50 calorías. La adición de proteínas es necesaria para evitar la tentación de comer otra porción. Pizzas clásicas como la de pepperoni, tocino y salchichas están llenas de grasas saturadas insalubres y toneladas de sal. Omitirlos y optar por pollo a la plancha, jamón en lonchas o anchoas, es una fuente potente de grasas saludables.

Además, siempre es recomendable tener especial atención al tamaño de la porción y se acompañar con algo que aporte mucha fibra como una ensalada para evitar comer de más. Es mejor evitar las pizzas "individuales" ya que no cuentan con un tamaño adecuado y aportan alrededor de 702 calorías y 36 gramos de grasa obstruyendo las arterias.