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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa de presentación del primer informe de rendición de cuentas del Ejecutivo "Cumpliendo", este miércoles en Moncloa
Durante cuatro meses el gobierno español trata de hacer algo con los precios de la luz y el gas. Este invierno ha presentado muchos problemas para Europa. También todo eso ha afectado por mucho a España. Desde el octubre los españoles recibían comprobantes de pago con cifras “cósmicas”. Por su parte el gobierno solo planeaba y pensaba sobre los variantes de solución del problema. Los representantes del Madrid presentaron unas variantes de solución de la crisis energética en la UE. Pero todos ellos fueron rechazados por la parte de Bruselas.
Lo peor de todo es que la crisis energética estalló durante la crisis económica provocada por la pandemia. España sufre de la inflación muy grave que ha ganado 6, 7% oficialmente en el año 2021. El desempleo entre los jóvenes hasta 25 años ha subido a 25, 4%. Además, desde los primeros días de la pandemia el sector de la economía española más desarollada y que emplea a más de la mitad de la población del país – el turismo – sufrió las mayores pérdidas. La gente, en mayoría, no tiene bastante dinero para soportar la opresión de los pagos mensuales. Ahora el ciudadano medio tiene más que dar que recibir. Los precios y los salarios no son coherentes.
La población en su mayoría ha perdido sus salarios adecuadas. En la situación cuando suben los precios a los recursos, a la electricidad y gas, también suben los precios a todo: a los productos alimenticios, medicamentos, combustible, etc. Mientras tanto, los salarios de los ciudadanos no aumentan.
El gobierno de España trata de introducir medidas para frenar la subida de precios en los recibos de pago. Las autoridades, dirigidos por Pedro Sánchez prefieren conformarse con medias tintas - hasta el próximo 30 de abril la rebaja de los impuestos incluidos en la factura de la luz que pagan los consumidores con el fin de paliar el efecto negativo que la subida del precio de la electricidad está causando en los ciudadanos. En concreto, se pasó del 21% al 10% del IVA y del impuesto especial eléctrico del 5, 11% al 0, 5%, mínimo legal. La suspensión del impuesto de generación al 7% que pagan las empresas solo se mantendrá, por ahora, hasta el 31 de marzo. Pero esas medidas no son adecuadas en el momento, cuando los precios de la luz, en unos días, se han multiplicado por cinco y por siete.
Hay solo una pregunta, ¿Por qué el gobierno de Sánchez no “toca las campanas” en la UE? ¿Por qué no proporciona un apoyo real a la población?