Algunos modelos de Porsche con apellidos GT están teniendo el problema de que sus precios como usados son superiores que cuando estaban nuevos. Al haber producción limitada de los mismos, hay quien ha visto un filón: compra y después vende, el objetivo es inflar el precio y sacar un jugoso beneficio a cambio.

La marca alemana ya está tomando medidas para limitar en lo posible el fenómeno. Lo ha contado el responsable de Porsche GT, Andreas Preuninger, a los compañeros de Car & Driver. La filosofía de Porsche es vender los coches a quienes vayan a conducirlos, no a especular con ellos. Por ello, están vigilando a los clientes que encargan esos modelos.

Como son pocos coches y pocos clientes, resulta trivial darse cuenta de quién ha comprado ciertos modelos y se ha deshecho de ellos al poco tiempo. En esos casos, no se tendrá preferencia para adquirir otro modelo caro si existe más demanda de la que se puede satisfacer.

En otras palabras, Porsche dará prioridad a clientes que vayan a conducir los coches y usarlos, mientras que los que han especulado se quedan en segundo plano. Si hay producción disponible para ellos, recibirán entonces los coches.

En las categorías de mayor lujo y/o mayor exclusividad este fenómeno está a la orden del día. Quien tiene mucho dinero puede pagar más por saltarse una lista de espera o adquirir un modelo del que apenas hay producción. Ahí el que es espabilado aprovecha para comprar y luego vender a un precio más alto, ley de oferta y demanda en estado puro. Evidentemente usar los coches afecta negativamente al valor, así que algunos especuladores pueden llegar a ni siquiera moverlos, la plataforma de un camión hará lo demás.

Porsche no podrá evitar que se especule con sus coches, pero sí puede limitar la cantidad de unidades que acaban cambiando rápidamente de manos. Veremos con el tiempo si la estrategia ha sido inteligente. Como amante de los coches, también prefiero que acaben en manos de quien vaya a darle uso, y me refiero a un buen uso. Todos conocemos las consecuencias de poner coches muy exclusivos en manos de personas equivocadas, por mucho que tengan los bolsillos llenos.