El argentino Juan Martín del Potro se mostró abatido, cansado, porque sabe que tuvo a Roger Federer contra las cuerdas en Roland Garros, pero admitió que el suizo es de esos jugadores que "Dios tocó con una varita" y que supo reaccionar en el momento preciso.

"Son cosas que hacen los grandes pero no están a la vista. Les sale en los momentos que lo necesitan. Dios les tocó con la varita y y lo aprovechan al máximo", señaló Del Potro, que comentó que esta vez el suizo se le había escapado.

"Salí a jugar mi partido a disfrutar de la 'semi', y creo que por ese lado lo hice bien. Quizás muchos esperaban que estuviera nervioso y que no pudiera hacer mi juego. Pero le jugué de igual a igual y le gané mis dos primeros sets", dijo.

"Como situación, y momento, fue lo más fuerte que he vivido hasta ahora. Lo cerca que estuve de ganarlo, y como se dio todo, fue muy especial", apuntó "Delpo".

"Ahora es muy difícil analizar el partido porque estoy triste, pero seguramente en un par de días, cuando esté relajado en mi casa, me voy a sentir contento", dijo Juan Martín, que ahora preparará Wimbledon jugando una exhibición unos días antes en Londres.

"El que va a jugar la final es él, y yo la veré por televisión. Tengo más bronca porque ha sido muy parejo y es donde he tenido más oportunidades de ganarle", dijo Del Potro, que comentó que en la red deseó suerte a Federer para el domingo.

"Todo el mundo quiere que él levante la Copa y se lo merece, y yo estuve cerca de arruinarle su posible fiesta, pero una vez más me la arruinó él a mi", dijo.

"Con el público lo pasé bien, tuve la suerte de jugar contra Tsonga y Federer, y fue una sensación de diez puntos, nueva y hermosa, y ojalá un día pueda ser el mismo ídolo para ellos, como lo es Federer ahora", expresó Del Potro.

"Yo dejé todo hasta el final, estaba para jugar todo el tiempo que fuera hasta ganarle", señaló.