¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Franco Mc escriba una noticia?
Una identidad evidente a partir de sus columnas y notas informativas
La obsesión por el control total que caracterizó al régimen de Alberto Fujimori, avaló el discurso patriarcal mediático en la medida que reflejaba ante la población sus propios prejuicios, los cuales asociaban el gobierno fuerte con la imagen masculina ideal. La prensa escrita de esta manera cumplía un papel facilitador del discurso machista. Así tenemos que hacia inicios del 2000 [2] , en un balance practicado al desempeño que había cumplido la prensa sensacionalista escrita a finales de los noventa, se evidenció que respecto de las mujeres, se producía un doble discurso en el que por ejemplo, las vedettes que exhiben sus cuerpos en las primeras planas y son objeto de sus chismes, se les exigía ser hiperfemeninas , liberadas, literalmente objetos de placer (sin tabúes sexuales); y por otro lado, las mujeres incorporadas en política se liberaban para ayudar al patriarca a ejercer el control, que ellas también disfrutan, ejerciendo un rol masculinizado , hecho que caracterizó a muchas de las parlamentarias y ministras en el proyecto autoritario fujimorista.
Estos fueron los lugares más comunes registrados en la prensa autodenominada popular, que se manifestaron en tiempos de líneas editoriales hipotecadas, desvaloración de la libertad de expresión que no encajara dentro del discurso “oficial”. Hoy, transcurrido diez años de gobiernos democráticos, habiendo parte de la prensa sensacionalista supervivido al desprestigio, con la aparición de nuevos diarios de cincuenta céntimos que se ufanan de no haber servido al régimen fujimorista; es válido preguntarse ¿Cómo la prensa popular viene proyectando las relaciones de género en sus portadas y contenido?
La prensa escrita de esta manera cumplía un papel facilitador del discurso machista
Llegado a este punto, resulta materia de este ensayo analizar si el discurso feminista puede ofrecernos algunas variables en este nuevo contexto democrático; y de que manera puede en su perenne lucha contra las estructuras patriarcales puede contribuir a evidenciar los excesos sensacionalistas que desborda los límites del interés público y el entretenimiento, exacerbando las conductas de las mujeres aparecen recurrentemente en sus portadas, calificándolas negativamente, cosificándolas; generando la perpetuación de los prejuicios que deslegitiman sus valores personales, contraviniendo esencialmente el principio de dignidad humana.
[1] DEGREGORI, Carlos. La década de la antipolítica. Capítulo. 8 “Una temporada en las alcantarillas. Leyendo la prensa amarilla” p. 150-180
[2] Ibid. Capítulo. 9 “Género y política en el fujimorismo, cuatro reflexiones” p. 181-192