Las condiciones en las que tendrán lugar, por fin, los próximos Juegos Olímpicos de Tokio después de un año de retraso por la fatídica pandemia, son todavía todo una incógnita. En vista de la mejoría gracias a la vacunación, la celebración del evento parece asegurada, pero uno de los grandes interrogantes es la presencia de aficionados.

Pese a que, como informamos esta misma semana, la decisión final sobre la permisividad con respecto al público será tomada a lo largo de este mes de marzo, la presidenta del comité organizador, Seiko Hashimoto, ha dado pistas sobre la decisión o, por lo menos, sobre en qué dirección va el debate.

Según aseguró Hashimoto tras una reunión telemática con Thomas Bach, presidente del COI, la prioridad está puesta en la presencia de aficionados locales y, con el fin de no "incomodar" al público japonés, prohibir la presencia de seguidores extranjeros.

"Si la situación es difícil y es algo que preocuparía a nuestro público, es una circunstancia que debemos evitar", afirmó Hashimoto. Una iniciativa que encaja con el miedo de la población nipona, que de acuerdo a una encuesta de la agencia Kyodo el pasado enero, un 80% de la población preferiría que no se celebrasen este año.

Sin embargo, el medio japonés Mainichi se atreve a ir más allá y asegura que la decisión ya está tomada. "En la situación actual, es imposible que vengan espectadores extranjeros", fueron las palabras que citan de un funcionario anónimo del gobierno.