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S oñé Que una Diosa se enamoraba de un Dios.
La Diosa era Afrodita, reina del amor, la belleza y el deseo.
El Dios, era Neptuno, señor del mar y dueño de las profundidades.
Y vi a ambos reinar en un mundo azul, rodeados de una luz difusa que los hacía parecer seres humanos delante de mí, sujetos a la esclavitud de la pasión, como simples mortales encadenados a las ataduras de un amor imposible.
Al final, no recuerdo muy bien como acabó mi sueño. Tan solo sentí los rayos de la claridad entrar por la ventana, mientras mis ojos se abrían para dar la bienvenida al Dios Sol, sin duda, una divinidad auténtica, viva, reconfortante, generosa, intensa, afectuosa, estimulante...
N O me digas lo que tengo que hacer.
¡Apóyame!
No me digas lo que tengo que decir.
¡Respétame!
No me digas lo que tengo que pensar.
¡Entiéndeme!
No me digas como tengo que querer.
¡Tan solo quiéreme! ¡O déjame!No me digas por donde tengo que ir.
¡Pero puedes seguirme!
No me digas que tengo que cambiar.
¡Cambia tú!
No me digas...
R Isa, mejor que llanto.
Llanto, lágrimas de cocodrilo.
Cocodrilo, mordisco.
Mordisco, hambre.
Hambre, muerte.
Muerte, cochina.
Cochina, envidia.
Envidia, vecino.
Vecino, peligroso.
Peligroso, político.
Político, insoportable.
Insoportable, política.
Política, hedor.
Hedor, carca.
Carca, intransigencia.
Intransigencia, venda.
Venda, ojos.
Ojos que no ven, ceguera permanente.
Permanente, crispación.
Crispación, intranquilidad.
Intranquilidad, calma imposible.
Imposible, dialogo.
Dialogo, sordera.
Sordera, oreja con cera.
Cera, abejas.
Abejas, miel.
Miel, dulce.
Dulce, amor.
Amor, flotar.
Flotar, silencio.
Silencio, paz.
Paz, ánimo elevado.
Ánimo elevado, sentido del humor.
Sentido del humor, risa.
Risa, mejor que llanto...
Continuará...
