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El peso de los residuos eléctricos y electrónicos, o 'e-residuos', alcanzó un récord en el mundo en 2014, 41, 8 millones de toneladas, contra 39, 8 millones en 2013, según un informe de la Universidad de las Naciones Unidas publicado este domingo.
Cerca del 60% de estos productos eran elementos de cocina, cuarto de baño o lavandería, precisa la UNU en este estudio. Un 7% era teléfonos móviles, calculadoras, ordenadores portátiles o impresoras.
Según el estudio, Noruega es el país que produce más 'e-residuos' por habitante, con 28, 4 kilos, seguido de Suiza (26, 3 kg) e Islandia (26, 1 kg).
La región que genera menos 'e-residuos' es África, 1, 7 kg por habitante. En total, el continente produjo 1, 9 millones de toneladas en 2014.
En términos de volumen, figuran en cabeza Estados Unidos y China, que totalizan juntos un 32% mundial de 'e-residuos', seguidos por Japón, Alemania e India.
Menos de una sexta parte de estos residuos se recicló correctamente, subraya también la UNU. Sin embargo, encierran preciosos materiales, como hierro, cobre o bien oro: estos residuos suponían en 2014 un valor estimado en 48.000 millones de euros. "A nivel mundial, los 'e-residuos' constituyen una preciosa 'mina urbana', una gran reserva potencial de materiales reciclables", subraya David Malone, subsecretario general de las Naciones Unidas y rector de la UNU.
También contenían 2, 2 millones de toneladas de componentes peligrosos, como mercurio, cadmio o cromo, una "'mina tóxica' que debe ser gestionada con atención extremada", advierte Malone.
Se espera que en 2018 se alcancen las 50 millones de toneladas anuales de residuos eléctricos y electrónicos.