El rey Felipe VI hizo el viernes un llamamiento a mantener España "alejada de la división y de la discordia", ante las fuertes tensiones políticas entre Madrid y Cataluña, cuyo gobierno quiere celebrar una consulta informal sobre la independencia.

"Compartimos intereses y valores comunes, tenemos una misma voluntad de pertenecer a Europa, de ser Europa. Y sobre todo, compartimos sentimientos" declaró el monarca durante la entrega de premios Príncipes de Asturia en Oviedo (norte).

"Los españoles ya no somos rivales los unos de los otros. Somos protagonistas de un mismo camino" añadió Felipe VI.

"Estoy convencido de que la comprensión, la consideración, el afecto y el respeto mutuos son sentimientos arraigados en el corazón de los españoles y compartidos de norte a sur y de este a oeste en nuestro territorio" explicó.

Felipe VI accedió al trono en junio pasado, tras la abdicación de su padre Juan Carlos, el artífice del regreso de la democracia al país, que se dotó de una Constitución en 1978.

"Nuestra democracia no es fruto de la improvisación, sino de la voluntad decidida del pueblo español de constituir España en un Estado social y democrático de Derecho, inspirado en los principios de libertad e igualdad, de justicia y pluralismo, y en el que todos, ciudadanos e instituciones, estamos sometidos, por igual, al mandato de la ley" recordó Felipe, acompañado de su esposa Letizia.

Además del pulso político planteado por el gobierno regional catalán y sus aliados, España se enfrenta a una serie de escándalos de corrupción política y financiera que incluso han afectado a la Familia Real y han indignado a la opinión pública.

El gobierno catalán tuvo que renunciar el 14 de octubre a la convocatoria de un referéndum sobre la independencia que prometía desde hacía diez meses, pero que fue suspendido cautelarmente por el Tribunal Constitucional.

El presidente catalán, Artur Mas, anunció a cambio una consulta simbólica, con voluntarios, que está previsto que se celebre el 9 de noviembre.