¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Blog Catarsis Y Harakiri escriba una noticia?
L A revocatoria contra Susana Villaran ha puesto a tres partidos en el candelero. Dos en contra y uno a favor ¿Qué pueden esperar y que esperan de las posiciones que han tomado?
Imagen: blacknunatak
A despecho de lo que pensemos de la revocatoria y lo inusual del respaldo político del PPC a Susana Villaran, hay que reconocer que el Partido Popular Cristiano actúa de acuerdo con sus intereses y con olfato político. Es obvio que a pesar de su vocación municipalista la organización socialcristiana carece de un cuadro capaz de hacer frente a una elección municipal inmediata luego de que su principal lideresa, la doctora Lourdes Flores terminara derrotada ante Susana Villaran en 2010 en la misma ciudad capital donde se supone que se ubica su principal fortaleza electoral.
Defendiendo la gestión Villaran, el PPC logra ganar tiempo para capitalizar el espacio opositor y foguear algunos cuadros frente a la opinión pública. Y todo ello en nombre de la gobernabilidad democrática. Gane o pierda Susana Villaran, el PPC va a tener réditos políticos que cobrar y además lograra disminuir al menos en parte las resistencias que tiene en los círculos cercanos al villaranismo. Gane o pierda Susana Villaran, al menos por esta vez el PPC saldrá ganando. Además hay que acotar que el apoyo del PPC resulta un presente griego para los muchachos del villaranismo que jamás podrán olvidar y de hecho sus compañeros dentro del mismo segmento jamás los dejaran olvidar que en las horas de extrema dificultad no dudaron en recurrir a la ayuda del dizque derechista Partido Popular Cristiano.
Del APRA por su lado ya todos entendemos a que obedece el apoyo a la revocatoria, al deseo de aprovechar la coyuntura para movilizar la maquinaria aprista rumbo al 2016 y que mejor oportunidad para ello que reavivando el continuo enfrentamiento entre el APRA y las izquierdas. Casi podríamos decir que los jerarcas de Alfonso Ugarte han sabido unir en este caso lo útil con lo bello.
Tal cual en el caso del Partido Popular Cristiano al aprismo todos los escenarios le son favorables. Si la revocatoria se consuma exitosamente el APRA se habrá sobrepuesto al histórico antiaprismo limeño y estará listo para avanzar posiciones en una plaza que concentra más del 30% del electorado. Si el NO se impone, el partido de la estrella igual habrá logrado vitalizar su maquinaria y tomar apuntes que pueden ser clave para las gestas del 2014 y el 2016. En ambos casos habrá ganado una mayor empatía con las necesidades del C, D y E que ahora mismo son los segmentos identificados con el rechazo a Villarán. El expresidente Alan García debe frotarse las manos de puro contento, mejor ocasión que esta para volver a unir al APRA bajo su férula y atenuar el distanciamiento natural entre él y su partido luego de su gestión del 2006 al 2011 era casi imposible que se le presentara.
Alejandro Toledo es una vez más el hombre de la vincha, la ciudad de Lima siempre le ha sido esquiva, pero su apoyo a Villaran lo reposiciona una vez más entre las simpatías de la izquierda académica la misma que se había ido con Humala en el 2011 y ahora anda en búsqueda de una liderazgo para el 2016. El otrora exitoso tándem tiene todo dispuesto para recomponerse y constituirse una vez más como una poderosa coalición de fuerzas rumbo a palacio de gobierno.
La pregunta del millón de dólares es si Alejandro Toledo y lo que queda de Perú Posible pueden confiar en Susana Villaran y su camarilla para las elecciones de 2016 toda vez que una Susana Villaran triunfante en la revocatoria se convertiria por encima de todos sus yerros habidos y por haber en una figura presidenciable. Recordemos que la lealtad no es una característica que destaque entre la zurda peruana. Una jugada riesgosa en la que se ha anda metido el expresidente que podría terminar fácilmente desplazado por una fortalecida Susana Villaran. El que no arriesga no gana y luego de su deshonrosa caída en las preferencias electorales en las elecciones del 2011, el expresidente Toledo tiene que arriesgar todo lo que tiene.
Aunque las cifras actuales demuestran una Lima claramente a favor de la revocatoria esto podria cambiar de aquí a marzo. Las huestes villaranistas cuentan con recursos y están empeñados en la política de alianzas que parece ser el sello característico del asesor Favre, es muy probable que la encuesta definitiva se empiece a dibujar alrededor de los últimos 15 días y el resultado final se decida por un muy estrecho margen estadístico. Así de inconstante es el elector peruano promedio. Nada está dicho hasta el momento.
Iván Budinich Castro @ibucas ivanbudinich@yahoo.com