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El coordinador académico del plantel José Olaya, Alberto Andrade, dijo que no se sabe nada de José Armando Bueno, quien funge de promotor del plantel, desde el último miércoles. El delito de abuso sexual que cometió hace 30 años ya prescribió, indicó el penalista Mario Amoretti
El dueño del colegio privado José Olaya de Miraflores, José Armando Bueno Galindo, de 77 años, fue separado de forma definitiva de su cargo de promotor, luego de difundirse una serie de testimonios de ex alumnos del citado centro educativo que lo acusan de violación sexual.
Así lo informó el coordinador académico del plantel, Alberto Andrade Gamarra, quien dijo que Bueno no es visto en la institución educativa desde el último miércoles, cuando se retiró alegando un malestar estomacal, y añadió que está sorprendido de la denuncia que difundió anoche el programa Punto Final de Frecuencia Latina.
“Una tremenda sorpresa. En mi caso mucho peor, porque somos amigos (con el pedófilo) desde la universidad. Ahí nació nuestra vocación magisterial que hemos ejercido 51 años, que es el tiempo que lleva funcionando el colegio. Durante ese tiempo han pasado 45 promociones de alumnos. Para mí ha sido demoledor”, dijo Andrade en diálogo con Perú.21.
Tras anunciar que los estudiantes serán sometidos a una prueba psicológica, informó que esta mañana se reunió con varios padres de familia que llegaron al colegio preocupados por lo visto en la televisión, y anunció la separación de Bueno. “Sabemos que él es el dueño, el promotor, pero ya veremos qué hacemos. Esto nos ha tomado por sorpresa y serán nuestros abogados quienes se encargarán de tomar las acciones para que no vuelva a pisar más el local”, añadió.
Andrade contó que Bueno realiza una función social en el colegio y que incluso tiene mucha cercanía con los padres de familia. “Se reúne con ellos. Si un postulante quiere ingresar, debe pasar obligatoriamente por su despacho, pues él se encargaba de evaluar a cada uno, considerando además el informe psicológico. Él decidía quién ingresaba y quién no”, dijo.
Perú.21 acudió al domicilio del acusado para conocer su versión, pero no halló a nadie en su vivienda
CONMOCIÓN. En tanto, este caso ha conmocionado a la comunidad educativa de Lima, luego de que ayer se viera en televisión cómo la voz del ex alumno del colegio José Olaya Fabián Echeverría, hoy de 37 años, se quebraba ante la cara del hombre que lo violó cuando apenas cursaba el primer grado de primaria. El hermano mayor de Fabián, Euskar, también fue víctima de José Armando Bueno Galindo.
“¿Era mi culpa lo de las felaciones? ¿Por qué me obligabas a hacerte eso cuando tenía seis años?”, le pregunta la Fabián, a punto de soltar el llanto, a Bueno. Sentado frente a él, convertido ahora en un anciano, el depravado solo contesta: “Discúlpame. Era un cariño mal orientado. Tú eras desgraciadamente especial para mí”. Así, el dueño del centro educativo, ubicado en la cuadra tres de la Av. 28 de Julio, reconoció haber sometido al joven a violaciones cuando era niño. Y su macabra confesión fue grabada por una cámara escondida.
Perú.21 acudió al domicilio del acusado para conocer su versión, pero no halló a nadie en su vivienda. Vecinos revelaron que el sujeto – quien vive solo y es soltero – no llega a dormir hace varios días.
DELITO PRESCRIBIÓ. El abogado penalista Mario Amoretti dijo esta tarde que los casos de abuso sexual en el colegio José Olaya, ocurridos hace 30 años, están prescritos por Ley. El jurisconsulto explicó que el Código Penal especifica un máximo de seis años para denunciar estos hechos.
“El máximo de plazo para denunciar eso (el abuso sexual) ha prescrito desde el punto de vista legal”, dijo en RPP. Añadió que si hubiera un caso reciente, la avanzada edad de Bueno no lo exime de responsabilidad, pero sí es un atenuante.