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La persona se ha olvidado de muchas virtudes, entre ellas esta la vocación de servicio y la humildad de reconocer que tenemos limitaciones
Hay una frase:”Quien no vive para servir, no sirve para vivir”, el servicio a los demás muchas veces lo hemos considerado como una debilidad, cuando en realidad, es una realización de nuestra plenitud personal, esta íntimamente unido al amor, ya que es gracias a este amor al prójimo, el que nos invita a servirle y debemos tener presente que como don, virtud o cualidad no nos ha sido dada, para dominar a los demás, o para ensalzarnos, sino para ponerla al servicio de los demás, dicho de otra manera los favores que realicemos, lo hagamos sin pedir que nos lo devuelvan con otro favor, o nos vanagloriemos de haberle hecho ese favor.
El servicio como opción de vida resulta particularmente importante para todos aquellos que ejercen algún tipo de autoridad. En efecto, todo puesto de mando es un puesto de servicio. El servicio por amor se convierte en dinamismo purificador y transformante de la autoridad, despojándola de la idolatría del poder, tentación tan común y predominante en nuestros días.
La Humildad, es saber reconocer nuestras limitaciones. La humildad no es otra cosa que andar en verdad, caminar según la realidad auténtica y objetiva.
Les dejo una pregunta para la reflexión, ¿Cuál es mi aproximación vital hacia el servicio? ¿Busco vivirlo o, por el contrario, lo rehúyo? ¿Por qué?
La Humildad, es saber reconocer nuestras limitaciones. La humildad no es otra cosa que andar en verdad, caminar según la realidad auténtica y objetiva. Por ello, no se trata de menospreciar o negar el valor de la persona humana como tampoco exaltarlo de manera ilusoria, falseando o distorsionando su dignidad. En este sentido, la soberbia y la vanidad se oponen a esta virtud. Se trata de reconocer y aceptar la condición humana con todo lo que lleva de fragilidad y grandeza, de miseria y dignidad, como misterio insondable cuya verdad nos trasciende, con humildad podemos aprender de las personas que son menos ilustradas, pero de una experiencia de vida rica en sabiduría. ¿En nuestras relaciones personales, actuamos con humildad?
Si nuestra intención es tener una vida de acorde con lo mejor de nuestra naturaleza, no nos olvidemos practicar con frecuencia, las virtudes que mucho nos va a ayudar, que nuestro Maestro a través de su vida nos enseño y hoy nos habla a través de su evangelio en Juan 13, 16-20.
DIOS LOS BENDIGA Y LOS ACOMPAÑE POR SIEMPRE.