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Queremos compartir con ustedes información muy importante a tener en cuenta cuando cuidamos a algún adulto mayor en casa, es importante que siempre conozcamos los siguientes signos de alarma, ya que nos están avisando que algo está ocurriendo:
FIEBRE: cuando se manifiesta, es una señal inequívoca de que sucede algo importante en el organismo de esa persona mayor. Puede aparecer en presencia de infecciones, neoplasias, enfermedades vasculares cerebrales (derrames), deshidratación y fracturas, entre otros
HIPOTERMIA o baja temperatura corporal: es de cuidado cuando el termómetro marca por debajo de los 35° C. Entre otros factores, se debe a la exposición prolongada al frío, caídas con permanencia prolongada en el suelo, alteraciones neurológicas, alcoholismo e hipotiroidismo.
DOLOR: Por lo general se asocia a trastornos osteomusculares aun que puede aparecer por muchas razones como: infecciones, cáncer, isquemia, trauma (golpes o caídas), etc. Cualquier cambio en la presentación habitual e intensidad del dolor crónico, así como la queja ante un dolor agudo, son signos de alarma . Además los ancianos tienen un umbral mayor para el dolor por lo que es esencial estar al tanto de síntomas que lo manifiesten como: taquicardia, hipertensión, sudoración, hipo, nauseas, vómito, ansiedad, depresión, excitación, apatía e insomnio.
ESTREÑIMIENTO en los adultos mayores es frecuente el estreñimiento; por lo tanto, hay que vigilar que defequen, idealmente todos los días, cada día de por medio o cada dos días. Un cambio en el patrón normal de deposiciones requiere de una valoración médica.
DIARREA: Es una alteración, en cuanto a volumen, fluidez o frecuencia, con una disminución en la consistencia de las heces, se debe valorar ante el riesgo de deshidratación. Si esa sintomatología se presenta después de un período inusual de estreñimiento, se podría estar ante una falsa diarrea y, en realidad, estar con una impactación o ’ taponamiento’ fecal.
ESTADOS CONFUSIONALES: los episodios agudos son muy frecuentes en ancianos con condiciones distintas que no necesariamente se localizan en el cerebro, como infecciones, afecciones cardiovasculares, deshidratación, metabólicas o abuso de medicamentos.
VÓMITOS: Es un síntoma que se puede presentar en varias enfermedades no necesariamente del tracto gastro-intestinal. Si el vómito es intenso podría generar complicaciones importantes.
PÉRDIDA DE APETITO: generalmente, en las personas mayores disminuye el apetito en presencia de enfermedades crónicas, pero una supresión aguda del apetito es una señal de alarma.
Es importante recalcar que, en el adulto mayor con algún grado de discapacidad, es necesario seguir las indicaciones médicas pertinentes y evitar la automedicación. Si esta persiste, debe ser valorado por personal de salud.
No debe faltar la hidratación, como el suero oral, en casos de que haya fiebre, diarrea u otras condiciones que lo puedan deshidratar.
Es necesario volver a insistir en que los adultos mayores no deben ser medicados por cualquier persona sin ser su médico pues, en ocasiones, esta conducta enmascara la enfermedad y retrasa el diagnóstico y el tratamiento oportuno.Una rutina de cuidados bien establecida será probablemente la mejor aliada para evitar complicaciones:
• Una nutrición balanceada y la toma de entre 6 a 8 vasos de agua diaria, si no hay contraindicación médica.
• Movilización y ejercicios pasivos.
• Rutina de estimulación mental.