Tras caricaturizar los desmanes de la burbuja inmobiliaria española (1996-2007) en el exitoso cómic Españistán, su autor, el barcelonés Aleix Saló, regresa donde lo dejó para firmar otro alegato burlón contra quienes han permitido la crisis financiera. Su nuevo álbum, Simiocracia. Crónica de la gran resaca económica, que arranca en 2008 con el hundimiento de la inmobiliaria Martinsa Fadesa, se ríe con el mismo tono socarrón del "triángulo pasional" de conveniencia formado por administraciones públicas, cajas de ahorros e inmobiliarias y constructoras, como se puede ver en el vídeo promocional del álbum. ¿Es la crisis culpa de astutos villanos que gobiernan nuestro destino?, se pregunta al final. Y concluye: "yo soy más del principio de Hanlon: "nunca atribuyas la maldad a lo que puede ser explicado por la estupidez".

Como sucedía en Españistán. Este país se va a la mierda (Glènat), el historietista Saló (Ripollet, 1983) dirige de nuevo su humorada de grandes trazos contra políticos, banqueros y empresarios, sin hacer distinciones entre gobiernos. Así, Simiocracia (DeBolsillo) traza una descripción libérrima y socarrona de los pasos que condujeron desde el estallido de la burbuja inmobiliaria hasta la recesión actual (en una escena, incluso el economista John Maynard Keynes se revuelve en su tumba). Saló dedica un momento especial a los sectores "sobredimensionados durante la burbuja", el fútbol, las autopistas de peaje, el sector bancario y las constructoras, que aparecen enganchados a un globo que se desploma.

Aquella primera parte daba cierto protagonismo al expresidente José María Aznar y, difundido en vídeo a través de Youtube, causó cierto disgusto entre las filas populares e hizo reír al presidente Zapatero y a los ministros Rubalcaba y Zapatero. Ahora esta segunda parte le da la alternativa a Rodríguez Zapatero, por lo que habrá que ver cómo reciben esta segunda parte entre el Ejecutivo de Rajoy.

De fondo, el vídeo animado también muestra a unos ciudadanos ciegamente enfervorecidos que celebran las victorias de la selección española de fútbol mientras la economía se hunde, sin que los gobiernos sean capaces de atajar el problema. Su conclusión: "Vamos, que estamos gobernados por ineptos. Y algún que otro simio".

Fuente: El País – España