El presidente iraquí, Jalal Talabani, que se hallaba en tratamiento médico en Alemania desde finales de 2012, retornará el sábado a su país, informó su partido en un comunicado publicado este viernes, cuando Irak vive su crisis más grave en años.

"El presidente Talabani regresará al país el sábado 19 de julio tras haber recibido con éxito un tratamiento médico en Alemania", indicó la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK). "Retomará sus funciones de presidente de la República de Irak", agrega el texto.

Su hijo, Qubad Talabani, que también es viceprimer ministro de la región autónoma del Kurdistán iraquí, confirmó el retorno al país de su padre, que tiene 80 años. "El presidente Talabani regresará a Irak mañana", sábado, declaró a la AFP.

Talabani, un líder kurdo que se convirtió en presidente de Irak en 2005, abandonó su país el 20 de diciembre de 2012, dos días después de haber sufrido un ataque cerebral, y desde entonces no ha vuelto.

Volverá a un país, preso de una ofensiva de insurgentes sunitas liderados por yihadistas del Estado Islámico (EI), y donde aumentan las tensiones entre Bagdad y el presidente del Kurdistán, Masud Barzani, el antiguo rival de Talabani.

Aprovechando la retirada del ejército iraquí ante el avance de los insurgentes, las fuerzas kurdas tomaron el control de territorios disputados con Bagdad, sobre todo la ciudad petrolera de Kirkuk (norte), que no tienen ninguna intención de devolver, provocando la ira del primer ministro Nuri Al Maliki y una escalada verbal entre Bagdad y Erbil.

Primer jefe de Estado kurdo de Irak, Talabani tuvo que hacer frente a varios problemas de salud en los últimos años. Fue operado del corazón con éxito en Estados Unidos en agosto de 2008 y tuvo que recibir varios tratamientos médicos en el extranjero.

Los diputados iraquíes eligieron el martes al presidente del Parlamento, Salim Al Yuburi, y deben elegir ahora al de la República, quien a su vez designará a un primer ministro.

El cargo de presidente está, según una regla no escrita, ocupado por un kurdo, mientras que el presidente del Parlamento es un árabe sunita y el primer ministro, un árabe chiita.