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Hoy os presento una tarta deliciosa de calabacines, fácil de preparar y que lo que más tarda es en los tiempos de horno, pero es sencillísima. Lo mejor es prepararla y degustarla recién salida del horno, pero si no podemos hacerlo así, podemos prepararla con antelación y darle unos minutos de horno antes de sacarla a la mesa. También podemos prepararla con berenjenas en rodajas, y con tomates en rodajas o secos, en vez del calabacín.
Esta receta la vi en la revista Hola y me pareció que tenía que estar muy buena, así que hace unos días me puse manos a la obra, la preparé y gustó muchísimo.
Ponemos la masa de hojaldre sobre una placa de horno redonda para hacer pizza o directamente en la fuente del horno. Dejaremos el papel que trae el hojaldre, o pondremos aceite para que la masa no se pegue.
Batimos el huevo y untamos la masa por encima con la ayuda de un pincel.
Levantamos un poco los bordes de la masa, retorciéndolos ligeramente, y pinchamos el fondo con un tenedor, pero sin atravesar del todo la masa. La metemos en el horno durante 15 minutos. Si vemos que la masa sube no nos preocuparemos, luego baja.
Mientras lavamos y secamos los calabacines. Quitamos los extremos y los vamos cortando en rodajas finas. Cortamos la mozarella en láminas.
Sacamos el hojaldre del horno y dejamos templar. Si vemos que ha subido y no baja del todo la pinchamos un poco y la ayudamos con la mano a bajar.
Vamos colocando las rodajas del calabacín formando una rosácea, intercalando las láminas de queso que iremos cortando por la mitad.
Salpimentamos y rociamos por encima de los calabacines con un chorrito de aceite. Volvemos a untar con el huevo batido y lo metemos en el horno a 180º, calor arriba y abajo, entre 25 a 30 minutos. El tiempo depende de cada horno. Yo lo tuve 30 minutos.
Sacamos del horno y ponemos por encima las hojas de albahaca. Servimos.
Fuente: La cocina en Hola. Inés Ortega.
