¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Pistonudos escriba una noticia?
Es cierto, Toyota pasó olímpicamente de los petrolheads durante casi una década. Fue cuando cesó la producción del Supra, el Celica y el MR2, y lo más deportivo que se nos ofreció fue un Toyota Auris Sport "makeado" con un motor diésel de 177 CV (el mítico D-CAT). Afortunadamente, el fabricante japonés sigue enmendando ese error: no puedes ir por ahí de mayor fabricante del mundo ignorando a la gente que más le gustan los coches cañeros.
La primera piedra para hacernos olvidar ese impás fue el Toyota GT 86, fruto de la colaboración con Subaru. Pese a tener muchos de los ingredientes que aprecian los puristas, no está teniendo el éxito esperado en el mercado -y eso que competidores como tales apenas tiene-. También se ha reactivado la presencia de Toyota en la competición, algo lógico con un patrimonio deportivo de décadas.
Podría ser el equivalente de Toyota a la gama F de Lexus, salvando la distanciasEl siguiente paso será una gama de coches más deportivos, entre los cuales estará el Toyota Supra, después de años de cansinos y mareantes rumores; a ver si lo conocemos el mes que viene en el Salón de Tokio. Pero el Supra es un modelo específico -desarrollado con BMW- y los modelos más mundanos son adaptables. El Toyota Yaris GRMN se apuntará a la tendencia deportista en enero de 2018 con más de 200 CV, y podría acompañarle más adelante el Auris, por eso de ser un modelo de venta masiva fabricado en Europa, donde es fácil diluir costes.
Tiene más sentido eso que sacar una versión racer de Avensis, Verso, C-HR o Prius, decididamente. ¿Y cuándo cabe esperar que aparezca ese hipotético Auris GRMN? Lo prudente sería esperarse a la nueva generación, ya basado en arquitectura TNGA, 2018-2019 tal vez.
Esperemos que empiece a tener Toyota una gama a la altura de su posición en el tablero de Risk de los fabricantes de automóviles. Y si además aparecer el sucesor ideológico del MR2, otro que también lleva acarreando rumores durante años, bienvenido sea. Es cierto que los SUV son lo más jugoso a nivel de cuenta de resultados, pero si no se atiende a los entusiastas, se irán a otra marca.
Lamentablemente la tendencia de los principales fabricantes es la de tener modelos deportivos -entiéndase asequibles o asequibles con sacrificio- que están basados en modelos más normalitos, y que los que son específicamente diseñados como tales están cayendo en desuso porque sale más rentable hacer SUV y crossover. En el fondo también es cierto que los petrolheads compramos coches con los ojos, pero son los fans de los subebordillos los que sí sueltan la pasta.
PD: Es política de Toyota no hablar de lo que no ha salido al mercado, por eso no queda otra que especular -con fundamento-.