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El 9 de marzo, es el Día de las Personas desaparecidas sin causa aparente. Muchas familias se han reunido en Madrid, en un emotivo acto, Solo en España hay mas de 12.000 personas que un día desaparecieron sin dejar ni rastro. Sus familiares no pierden la esperanza
El 9 de marzo, es el Día de las Personas desaparecidas sin causa aparente. Muchas familias se han reunido en Madrid, en un emotivo acto, para pedir que sus casos no caigan en el olvido y que se siga investigando sobre el paradero de sus seres queridos. Solo en España hay mas de 12.000 personas que un día desaparecieron sin dejar ni rastro. Sus familiares no pierden la esperanza y reivindican más recursos para dejar de ser invisibles.
SOS-DESAPARECIDOS es una asociación sin ánimo de lucro constituida en Caravaca de la Cruz en el año 2010 pero que esta activa desde el 2007 y colabora en la difusión de personas desaparecidas de cualquier edad, cuyos familiares no saben qué ha sucedido ni dónde se encuentran.
Se acogen y fomentan trabajos de auxilio y cooperación por parte del voluntariado asociativo individual y colectivo.ACTÚA DE INMEDIATO
Ante un indicio de desaparición, DENUNCIA ante la Policía, Guardia Civil o Juzgado de Guardia.
No hay que esperar 24 horas para denunciar una desaparición, sino que es recomendable hacerlo en el momento que tenemos constancia de ella.
RECOPILA DATOS IMPORTANTES
VERIFICA posibles rastros de seguimiento: tarjetas de débito, móvil, mails...
Intenta RECONSTRUIR LAS ÚLTIMAS HORAS antes de la desaparición. Habla con los círculos más cercanos del desaparecido y con las personas con las que se le relacionó aquel día.
REÚNE MATERIAL GRÁFICO para facilitar la difusión a través de los circuitos policiales y medios de comunicación. Conviene aportar a la denuncia el máximo número de datos de la persona desaparecida: fotografía reciente; descripción detallada, con todas las características físicas y rasgos diferenciales; ropa que llevaba en el momento de desaparecer; datos identificativos (DNI, libro de familia, carnets...).
COMIENZA LA INVESTIGACIÓN
CONTACTA con asociaciones de desaparecidos (QSDglobal, Cruz Roja Española, etc.).
Haz un SEGUIMIENTO CONSTANTE del caso. Mantente en contacto periódicamente con las entidades que llevan la investigación.
FIN DE LA INVESTIGACIÓN
Si tu ser querido aparece, RETIRA inmediatamente LA DENUNCIA para que la unidad policial que se ocupaba de la investigación pueda dar por finalizada la búsqueda y dejen sin efecto los avisos al resto de Cuerpos policiales.
FUENTES OFICIALES
Autoridades:
Servicios de emergencia:
Asociaciones:
Catorce personas desaparecen cada día en Euskadi. Afortuadamente se calcula que el 97% regresan al cabo de unos dís a acas, ¿pero los que no vuelven?..pues están deaparecidos.
Las utoridades y aquí la Ertzaintza activan un sistema de alarma para que ninguno de los 461 casos abiertos “sea olvidado”
Especialistas de la Unidad Científica de la Ertzaintza examina un dedo en el laboratorio de la base central. (Foto: Pablo Viñas)
BILBAO- Un día salieron de casa sin dejar rastro. Son desaparecidos, personas que nunca regresaron después del trabajo, las que no llegaron a una cita, personas que vagan por ahí sin recordar quienes son, menores en pleno brote de rebeldía o gente que simplemente se marcha voluntariamente y reclama su derecho al olvido. Catorce personas desaparecen cada día en Euskadi, 4.837 lo han hecho desde el pasado mes de enero. Afortunadamente el 97% de ellas ha vuelto con los suyos en perfecto estado. Sin embargo, a día de hoy 461 ciudadanos vascos continúan en paradero desconocido, 22 expedientes tienen una clasificación de riesgo alto y otros dos son desapariciones que presentan rasgos criminales. Estos últimos suelen estar relacionados con asuntos vinculados al tráfico de drogas.
Esta es la lista oficial de los casos abiertos de personas desaparecidas en Euskadi. Pero aunque las pistas se hayan enfriado, la Ertzaintza sigue un método de investigación “para que no haya ninguna persona desaparecida en Euskadi y tampoco haya ningún resto cadavérico sin identificar al que podamos poner un nombre”, afirma Joseba Urrutia, jefe de la Unidad de la Policía Científica. El protocolo y el sistema de alertas que aplica la Ertzaintza desde el año 2010 -que actualiza periódicamente la investigación- han mejorado la intervención policial y la coordinación con otros países, sobre todo con los del Espacio Shengen a través de Interpol y Europol.
La sociedad vasca se conmovió con Hodei Egiluz, el joven de Galdakao cuyo cadáver fue hallado en Amberes tras dos años sin que sus padres tuvieran noticias de él. Y el próximo 7 de enero se cumplen cuatro años de la desaparición en Colombia del gasteiztarra Borja Lázaro. El servicio central de Investigación Criminal de la Ertzaintza “sigue hablando dos o tres veces al mes” con la policía colombiana para conocer la situación de la investigación, concretamente con el grupo Gaula, que se dedica a las desapariciones forzadas y no forzadas.
Egiluz y Lázaro son quizá los desaparecidos más conocidos por su impacto mediático. Pero hay otros muchos casos anónimos, recientes y lejanos en el tiempo que aún permanecen abiertos como el de Francisco V. D., visto por última vez en Bilbao;Jon Iñaki A. G, en Aia;Aitor Martín, en Laudio... Mari Carmen G. C. (Mamen) es el expediente más antiguo que investiga la Ertzaintza. Esta bilbaina desapareció en 1988 en la peruana ciudad de Huaraz, país al que viajó para escalar el monte Huscaran. El último día en que fue vista con vida llevaba un forro polar de color gris y azul de la marca Libero, pantalón de montaña de color azul, botas de color marrón de montaña y una mochila de color rojo.
“Hay decenas de familias vascas que además del dolor de la pérdida de un ser querido siguen soportando la desesperación y la incertidumbre de que sus preguntas no obtienen las respuestas esperadas”, afirma Roberto Izaga, especialista de la Unidad Científica. La principal tarea de la Ertzaintza, dice, “es la búsqueda de las personas que desaparecen”. Y la clave para que la investigación termine con un final feliz es “empezar a hacer cosas desde el primer momento”, desde que llega a comisaría la denuncia de un familiar o un aviso. Según explica este investigador, “ya no esperamos 24 o 48 horas como antes porque en estos casos el factor tiempo juega en contra de la búsqueda porque se pierde el rastro de la persona”.
ACTUACIÓN INMEDIATA DEIA visitó la Base Central de la Ertzaintza en Erandio, donde se localizan las oficinas y laboratorios de la Unidad Científica para conocer el proceso policial que hay tras una desaparición en una época en la que paradójicamente parece difícil no estar localizable las 24 horas del día. Después de la denuncia, se abre una ficha y la policía comienza a recabar toda la información preliminar para identificar a la persona preguntando a su círculo más cercano. También se piden las huellas, la ficha dental y un perfil genético. En ese dosier antemortem se incluye una descripción física detallada del aspecto de la persona, así como de la vestimenta y objetos que pudiera portar (gafas, alianzas, documentos, llaves). Piden a los familiares fotografías recientes del individuo así como de detalles significativos como tatuajes, cicatrices o lunares. También se suele tomar una muestra biológica (hisopo bucal) a los parientes de primer grado para obtener ADN. Además del historial bucal, se pregunta sobre la historia médica por si el desaparecido tuviese alguna fractura o prótesis a la que poder rastrear el número de serie y modelo. “Toda esta información es muy importante para arrancar la búsqueda e identificar cadáveres sin nombre”, afirma Izaga.
Inmediatamente después de abrir la ficha se moviliza a los efectivos de la policía, Protección Civil o voluntarios para comenzar la búsqueda. En paralelo, la Ertzaintza introduce todos estos datos en el sistema de información de personas desaparecidas y cadáveres o restos humanos sin identificar, lo que en el argot policial se conoce como PDyRH. “Esta base de datos cruza la información premortem contra datos de expedientes de cadáveres y restos hallados en todo el Estado. Y en caso de que ofrezca alguna coincidencia, analizamos el caso para descartar posibles errores de identificación”, comenta este investigador.
Hay una red de enlace y un protocolo de desaparecidos, sobre todo de menores perdidos, para evitar este desastre familiar
El último expediente esclarecido mediante el PDyRH fue el de un varón de 32 al que se le perdió la pista en Donostia en 2015 y cuyo cuerpo fue encontrado un año después en una zona cercana al lugar donde fue visto por última vez. “Este hombre salió de su casa para ir a buscar a su hermana después de trabajar y nunca más se supo de él a partir de las 10.30 de la noche de la desaparición”, recuerda Izaga. Se abrió el caso, se movilizaron todos los efectivos de búsqueda, pero el paso del tiempo diluyó el rastro de este joven. Al de un año, comenta Izaga, “apareció un cadáver en una zona próxima al lugar de la desaparición y los datos posmortem de la autopsia realizada por los forenses confirmaron que el cadáver se correspondía con el joven desaparecido”.
La muerte no suele ser siempre el desenlace de estos casos. “Lo normal es que en dos o tres días la persona aparezca viva, sana y sin ningún problema. Estamos hablando de que puede haber un 3 o 4% de los casos sin resolver”, asegura Izaga. El perfil de las personas desaparecidas es muy variado. Habitualmente, “suelen tener algún problema psiquiátrico, personas que han tenido alguna inversión que ha salido mal, gente con problemas económicos y familiares, temas de herencias o personas que se van y que no quieren saber nada de sus familias”, afirma Izaga.
En el caso de los menores, “la mayoría viven centros de acogida que lo que quieren es desvincularse de ese régimen de tutela e irse a otro lugar”. Según apunta este especialista, ahora no se detectan más desapariciones “solo que tienen más impacto mediático”. Al parecer, esta época de navidades y fin de año “suele ser conflictiva” porque hay gente “que se desequilibra un poco más por el tema familiar... Se ve que en esta época estamos un poco más alterados”.
EL SUFRIMIENTO DE LAS FAMILIAS Izaga conoce de primera mano el sufrimiento de las familias ya que el padre y la madre de Hodei le facilitaron unos molares de su hijo como muestra genética durante la investigación. “Te impacta mucho la problemática familiar, te llega al corazón y te afecta”, dice. Una de las angustias a las que debe hacer frente el entorno cercano es el miedo al olvido que inevitablemente le llega a medida que el tiempo pasa y no se producen avances.
Para paliar este sufrimiento, la Er-tzaintza se ha “autoimpuesto” un sistema de alertas que, en función de la calificación de riesgo de la persona desaparecida, manda un mensaje de forma periódica a los familiares y a los profesionales que han intervenido en la investigación a fin de actualizar el expediente. Y en caso de que haya aparecido la persona se informe para poder cerrar la ficha. “La idea es que siempre que haya una aparición se comunique, lo que ocurre es que muchas veces las familias han denunciado que una hija se ha ido de juerga por ahí, llega a casa y no comunica su aparición por lo que sigue estando oficialmente desaparecida”, afirma Urrutia.
Gracias a este sistema de mensajes la Ertzaintza ha llegado a esclarecer algún caso, pero lo que se ha conseguido realmente “es que no se olviden los casos porque nos obliga a estar siempre alertas sobre las posibles novedades y que el rastro no se quede completamente frío”. Además, el jefe de la Científica explica que el propósito final es que “no haya una familia en una situación de desasosiego y que le podamos echar una mano. En esa instrucción que nos hemos autoimpuesto prevé que cada comisaría tiene que tener un portavoz que mantenga un contacto con la familia para conocer cuál es la situación e informarle de los avances”.
El impacto de los aproximadante 6.000 menores no acompañados que el Gobierno calcula que llegaron a España en 2018 tiene un reflejo directo en el tercer y último "Informe sobre Personas Desaparecidas 2019", presentado este lunes por el ministro del Interior, Fernándo Grande-Marlaska. De las 12.330 denuncias por desaparición que permanecen activas en España, 9.737 (un 79%) son de menores de edad. De estas el 52% son jóvenes inmigrantes, la mayoría de origen magrebí, que se han fugado de centros de acogida. En España hay acumuladas 176.063 denuncias por desaparición desde que se comenzaron a contabilizar en 2010.
MÁS INFORMACIÓN
La incidencia de los niños que migran solos en las cifras de desaparecidos es la conclusión principal de los últimos datos recogidos en el sistema de Personas Desaparecidas y Restos Humanos sin identificar (PDyRH). Interior ha unido este informe una batería de medidas destinadas a impulsar el Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES) que coincide con que el próximo día 9 de marzo es el Día de las Personas Desaparecidas. Una red de "agentes de enlace" (policías y guardias civiles) en todas las comunidades que reportarán a los correspondientes representantes de cada cuerpo a escala nacional; una página web y un nuevo protocolo de actuación común para todo el país destinado a agilizar la reacción de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en los momentos cruciales que siguen a la denuncia.
"El aumento de los menores que han cruzado el Estrecho en el choque migratorio reciente, concentrado principalmente en los dos últimos años, ha sido muy elevado y una casuística que tenemos que ir trabajando", ha señalado la secretaria de Estado, Ana Botella, que como diputada en el Congreso, mostró de manera insistente su preocupación por el funcionamiento CNDES, creado e 2017, tras mucha insistencia de las asociaciones de familiares (QSDG, Inter-Sos, Fundación ANAR). "Más del 50% de las denuncias de menores corresponden a centros de menores: se fugan de un centro y cada vez que se van la persona responsable del mismo presenta la correspondiente denuncia", explicaba Botella, que señalaba además que, por primera vez se han rastreado las nacionalidades de los desaparecidos y queda en evidencia que casi la mitad de esos menores proceden del Magreb.
PERSONAS DESAPARECIDAS
Denuncias a 31-12-2018
Ministerio del Interior EL PAÍS
El CNDES, no es un organismo autónomo, depende del Gabinete de Coordinación dentro de la Secretaria de Estado de Seguridad. Cuenta ahora con nueve personas, dirigidas por el coronel de la Guardia Civil, Jaime Cereceda. Aunque ha salido y entrado gente, en su origen, fue creado con los agentes policiales que provenían de la polémica Brigada de Análisis y Revisión de Casos (BRAC), creada por el anterior Director Adjunto Operativo (DAO), Eugenio Pino, hoy investigado como impulsor de la llamada "policía patriótica", dentro de la causa que se sigue en la Audiencia Nacional por las actuaciones de una presunta policía política.
DESAPARICIÓN DE MENORES
Número de denuncias
Ministerio del Interior EL PAÍS
Respecto al presupuesto asignado para el citado centro, Botella se limitó al prinipio a decir que se habían invertido 250.000 euros para poner en marcha la nueva página web, "aparte de la nómina correspondiente a esas nueve personas". Paco Lobatón, presidente de la asociación Quién Sabe Donde Global (QSDG), volvió a insistir en la necesidad de "ampliar recursos para paliar el dolor de tantas familias" y en la urgencia de crear "unidades especializadas".
Respecto al "Estatuto de la Persona Desaparecida", otra de las eternas demandas, el ministro Marlaska aseguró que su intención es que "crear esa figura legislativa en una próxima legislatura". Se trata de una herramienta crucial para las investigaciones sobre desaparecidos, ya que "el desaparecido", como tal, no está definido legalmente en ninguna parte. Una desaparición no es un delito por lo que los investigadores siguen encontrando muchas trabas judiciales a la hora de demostrar que las personas ausentes han desaparecido de manera forzosa o involuntaria.
ALTO RIESGO
Nacionalidad del Menor desaparecido-Denuncias activas a 31-12-2018-Ministerio del Interior EL PAÍS
De las 271 desapariciones calificadas de "alto riesgo" desde que en 2010 comenzaron a contabilizarse las personas desaparecidas en España, 225 corresponden también a menores, pero solo 20 de ellas continúan activas, y también corresponden mayormente a niños extranjeros (el 61%). Solo 773 de las 12.330 denuncias que permanecen activas en total a lo largo de los últimos diez años pertenecen a menores de nacionalidad española.
Por sexo, el informe de 2019 indica que más del 58% del conjunto de las denuncias por desaparición (176.063) registradas en el PDyRH corresponde a hombres, y alrededor del 42% a mujeres; y se aprecia que entre las denuncias que permanecen activas la cifra de denuncias relativas a hombres (10.877) es mucho más elevada que las que afectan a mujeres (1.296). En cuestión de distribución territorial, la investigación destaca que Andalucía y Cataluña son las comunidades autónomas que más denuncias registran, mientras que a nivel provincial, son Madrid y Barcelona las que aglutinan más hechos sobre desapariciones.
UNA RED DE 'AGENTES DE ENLACE' Y UN PROTOCOLO DE DESAPARECIDOS
En fecha próxima el Ministerio del Interior sacará una convocatoria de plazas para tejer una red de "agentes de enlace" en todas las comunidades autónomas para seguir y coordinar las desapariciones. "Habrá un miembro de la Policía Nacional y otro de la Guardia Civil en cada comunidad que reportarán al responsable nacional de cada cuerpo, de manera que se centralice y homologue toda la información", ha anunciado la Secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella. También en aquellas comunidades que cuentan con policías autonómicas (Mossos, Ertzaintza y Policía Foral) ya que todas han participado en el nuevo protocolo de actuación.
Se trata de "una herramienta de trabajo que desglosa y describe la manera en la que debe de actuar cualquier agente que se enfrente a una denuncia por desaparición, independientemente del tipo que sea", explica el responsable del CNDES, Jaime Cereceda. La herramienta, persigue agilizar la reacción de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en esas horas cruciales posteriores a la denuncia. "Incluye una serie de indicadores para valorar el riesgo que permitirán clasificar rápidamente cada caso", han explicado.
Un responsable de las fuerzas de seguridad, bien de la Policía Nacional o de la Guardia Civil, será el encargado en cada provincia de coordinar las investigaciones en la búsqueda de un desaparecido, cuya denuncia será clasificada y estudiada según el riesgo para la vida de esa persona.