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Use todo su potencial interno para progresar en todos los campos en forma constante
Extracto del libro:
La meditación proactiva trata sobre las herramientas de control mental para asumir la dirección de nuestro destino, no esperar que las cosas simplemente sucedan sino causarlas, fabricar las causas para producir los efectos buscados y deseados.
Esta postura es diametralmente diferente de la auto entrega a la droga de la meditación pasiva, donde se busca el disfrute de sensaciones de gozo y paz, donde se consume tiempo de vida y nada de importancia en la vida personal cambia para mejorar. Cuando uno despierta de esa ensoñación inducida, descubre que ha desperdiciado años y dinero detrás de quimeras.
El Yoga y el Budismo están bien para mantener la salud del cuerpo y de la mente, el autocontrol emocional y la ecuanimidad; pero además de esto ¿para qué sirven? No pagamos los impuestos, la ropa, los alimentos, el alquiler, y todos los demás costos involucrados en nuestra subsistencia con estos sistemas.
A menos que nos dediquemos a enseñar estas doctrinas. ¿Entonces?: Necesitamos aplicar leyes, sistemas y ecuaciones prácticas que modifiquen nuestra realidad material y económica y la hagan prosperar con un máximo de eficiencia.
Disponemos de las mismas herramientas que para las prácticas de Yoga y Budismo: voluntad, concentración, imaginación, visualización, fe, pensamiento positivo y creativo. Estas son las fuerzas que debemos organizar y orientar para encaminarnos hacia el éxito, para atraer el éxito hacia nosotros y no correr detrás de él sin alcanzarlo nunca.
¿Eres proactivo? Auto chequéate con las siguientes preguntas:
1. ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades?
2. ¿Eres asertivo?
3. ¿Confías en ti mismo?
4. ¿Asumes desafíos habitualmente?
5. ¿Eres persona de acción?
6. ¿No claudicas hasta conseguir tus metas?
7. ¿Conviertes lo negativo en oportunidad de crecimiento y aprendizaje?
8. ¿Eres perseverante y no te das por vencido?
9. ¿Aprendes de los fracasos?
10. ¿Antepones tus convicciones a las circunstancias?
11. ¿Te esfuerzas en mejorar el mundo que te rodea?
12. ¿Ayudas en concreto a los demás?
13. ¿Pones en marcha tus proyectos una vez que sabes lo que quieres hacer y decides cómo lo vas a hacer?
14. ¿Tienes la capacidad de hacer que las cosas sucedan?
Quienes son reactivos viven ahogados en su propio círculo de negatividad, no eligen sus acciones, van a la deriva, son afectados por las circunstancias y el ambiente social, sólo están bien cuando todo está equilibrado y bajo control, algo que casi nunca sucede. Se centran en el miedo y en la angustia y depresión.
Los proactivos son dueños de su presente y de su futuro. Sus valores han sido cuidadosamente sopesados y seleccionados, eligen cómo actuar ante cualquier desafío.
Centran sus esfuerzos sobre todo aquello que pueden controlar y en ello ponen voluntad, positividad, fe y alegría, ampliando en forma constante su círculo de influencia.
La proactividad consiste en hacer lo que se debe teniendo en cuenta a los demás.
BUDJO.MAITREYA@GMAIL.COM
