Por: Iván Budinich Castro

Más que triste, resulta ridícula la forma en que distintos líderes de la izquierda peruana tratan de evadir el tema sobre si lo que existe en Venezuela es o no es una democracia cuando en estricto sentido no tienen duda alguna de ello ¿Calculo electorero? ¿Deshonestidad intelectual? Que tal falta brutal de consecuencia y lo peor es que ni para engañar son buenos, así que de poco les valen sus silencios.

Los electores como mínimo tenemos derecho a saber el modelo de democracia que nos proponen nuestros candidatos.

Sorprende esta inconsecuencia electorera en gente que públicamente y sin tabúes expresa su admiración el modelo cubano y al sanguinario che Guevara.

Ya vimos lo ridículo, ahora vayamos a lo inconsecuente. Quienes dudan en expresar su verdadero sentir y afinidad con el carácter democrático del socialismo bolivariano en Venezuela, no tienen empacho en condenar la supuesta "dictadura fujimorista" de la década de los 90´s. Repasemos durante los gobiernos de Fujimori hubo elecciones libres y competitivas, prensa opositora y poderes formalmente separados, todo lo cual conlleva el funcionamiento de una democracia. Solo en el periodo entre el cinco de abril y la inauguración del CCD de 1992 se podría hablar de una dictadura, pero en lo demás fue una democracia con una forma de gestión autoritaria y altos niveles de corrupción, pero democracia le duela al que le duela.

No es posible argumentar que existe democracia o procesos democráticos en Venezuela y a la vez sostener que todo el régimen fujimorista fue una dictadura. Hay que ser medio esquizofrénicos para eso, algo que no se duda en aquellos cuyos referentes, hablan de democracia y todavía se sienten orgullosos de haber colaborado con la dictadura de Velazco. Damas y caballeros de la "renovada izquierda", por favor salgan del closet donde se han metido y griten a los cuatro vientos su lealtad al chavismo, defiendan su orientación y su modelo de democracia, sean consecuentes y no traten de vendernos convicciones que no tienen, el elector no es tan idiota como ustedes creen, al menos podrían ahorrarse la crisis de identidad que les supone cada elección y unos cuantos miles de soles en el diván del psiquiatra.

A la izquierda peruana le falta un Correa, se puede no estar de acuerdo con él, pero de que sabe defender su posición sin rubores ni vergüenzas, sabe hacerlo. Miren este ejemplo.