Iván Budinich Castro La candidata del Frente Amplio no parece tener un pelo de tonta, se ven claramente dos movimientos bien definidos en su accionar actual. El primero de ellos es a aglutinar tanto el voto más radical del antisistema como a las izquierdas light huérfanas por el momento de un candidato de acuerdo a sus pareceres de ahí tanto la no condena del proceso venezolano como la propuesta de un consejo rector de los contenidos en la prensa. El segundo movimiento de más largo alcance se dirige -sabedores tanto ella como su entorno de sus menguadas posibilidades en el proceso electoral inmediato-, hacia un escenario post 2016. Por supuesto, nada puede descartarse de antemano en un momento en que las encuestas señalan entre un 20% y 30% del electorado que aun no se encuentra muy a gusto con la oferta existente, si Villaran pudo hacerse de la alcaldía de Lima contra todo pronóstico y sin programa alguno bajo el brazo, quien sabe hasta dónde podría llegar la ciudadana francesa con algo de suerte y algún padrino mediático de por medio. Nunca se sabe hasta un par de semanas antes de la elección.

Es un error de plano subestimar una candidatura antisistemica, ese es un segmento del electorado que anda por ahí como dirían buscando un inca y puede dar la sorpresa en cualquier elección. Los que dieron por muerto a Humala en diciembre de 2010 y hasta enero de 2011 deberían pensarlo mejor.

Si Veronika con "K" realiza jugadas arriesgadas en el tablero político, en el plano de las ideas no se atreve a innovar ?excepción de mover la capital de Lima a Cuzco que si me parece una idea interesante- todos sus demás planteamientos pertenecen al imaginario más rancio de la izquierda sesentera aderezado con algo de clichés onegeniles y bastante psicodelia hippie postextractivista.

Dirigismo estatal puro y duro es como puede denominarse la propuesta de Doña Veronika y sus alegres muchachos y no tanto muchachos del Frente Amplio, para ellos el tiempo no pasa en vano o quizás crean que con hacer copy and paste de propuestas que ya eran de dudosa manufactura hace más de treinta o cuarenta años basta y sobra para entender la realidad. Por supuesto, se trata de los mismos izquierdistas que quieren interpretar al Perú de hoy a partir de los siete ensayos de Jose Carlos Mariategui.