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Autor: Fabrizio Tejada A.
Aldo Mariátegui es uno de los periodistas más influyentes del país. Lo confirma la penúltima entrega de la Encuesta de Poder (este año Beto Ortiz le arrebató el puesto). Uno de los mejores analistas políticos que tenemos, sin lugar a duda. Ha tenido columnas brillantes, tanto como director del diario Correo como en su actual "Ensayos Impopulares" que publica de lunes a viernes en Perú.21. El máximo referente del pensamiento políticamente incorrecto en los medios. Odiado por RMP, AAR, Juan Carlos Tafur, Ronald Gamarra, RSS y muchos más. Amado y odiado. El Lanata peruano. Pero en los últimos días ha actuado de manera muy similar a sus detractores.
¿Con qué necesidad Alditus tiene que estar ventilando sus avatares judiciales? Cuando él tuvo un problema (recordemos su bochornosa salida de EPENSA) no anduvo mendigando por todos los canales de televisión que sus colegas hagan marchas y lavados de bandera por él. Más bien, habló muy poco del tema y los pormenores siguen siendo un misterio. El reciente fallecimiento de su padre (aprovecho para mandarle mis sentidas condolencias) fue un tema del que no se habló mucho. No dejó de escribir en su columna.
Ahora, me podrían decir que de esta manera está demostrando cómo funciona la justicia en el país (¡como si no lo supiéramos!). Como explicó en la primera entrega de su "lapsus caviarus" el 16 del presente mes, fue él quien reveló los mails que intercambiaron el presidente de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema, el Dr. San Martín y el abogado Del Río Labarthe, con el fin de escribir la sentencia al ex presidente Alberto Fujimori por el caso de La Cantuta y Barrios Altos, y que después el congresista Rolando Sousa saca a la luz. Sabiendo los antecedentes del Dr. San Martín, estuvo denunciando en varias columnas las irregularidades que había en el proceso. No me parece mal que hablara en una o dos columnas del tema, porque sabemos cómo es la "argolla" y el "círculo" de intocables que maneja cierto grupo de la prensa peruana (donde definitivamente Mariátegui no se encuentra), pero el papel de víctima y de "pobrecito" no es acorde a lo que ha estado predicando el periodista.
Cualquier persona puede tener un traspié. Pero Alditus tiene que saber que se le fue la mano. Parece Guillermo Giacosa escribiendo todos los días cosas anti-EEUU. Debo admitir que al principio tenía mucho recelo sobre lo que leía de él. Pero es precisamente la consecuencia una de las razones por las cuales empecé a leerlo y a elogiar su incansable trabajo a favor del proyecto Conga, en contra de la minería ilegal, uno de los primeros en levantar la voz contra la "repartija", mostrando los errores de la gestión de Susana Villarán, entre muchas otras cosas más.
Esta columna se la dedico a todos los "rojetes" y seguidores incondicionales del pensamiento políticamente correcto, para que sepan que nosotros SÍ tenemos autocrítica y no nos chupamos las medias entre nosotros.