El dolor de espalda es un dolor que puede presumir de tener unos índices de propagación impresionantes porque, a diferencia de muchas otras enfermedades, ésta acaba afectando a personas de edades, sexos, culturas y condiciones sociales muy diferentes. Y la razón es bastante obvia: en el origen del dolor de espalda hay tantas causas posibles que nadie, ni siquiera el más riguroso, puede decir realmente que está lejos de esta hipótesis. Generalmente, entre los factores que más frecuentemente se encuentran detrás de este trastorno encontramos la postura incorrecta o los golpes de frío, aunque recordemos que un movimiento algo demasiado arriesgado, factores genéticos y muchos otros son otras razones por las que puede terminar sufriendo dolor de espalda.

Zapatos basculantes: qué son y cómo funcionan

Las pomadas, los medicamentos o los remedios naturales se tienen en cuenta sobre todo cuando el dolor de espalda se produce de una sola vez. Pero cuando esta condición comienza a afligirnos la mayor parte de nuestros días, ¿hay algún remedio que pueda ayudarnos de una manera un poco más constante y duradera?

No pocas personas responderían a esta pregunta proponiendo los llamados zapatos niña biomecanics, zapatos especiales de góndola que se jactarían de poder reducir el dolor de espalda y al mismo tiempo mejorar la postura de la persona; pero eso no es todo, porque estos zapatos vigorizantes también serían capaces de reafirmar los glúteos y las piernas, estimular los músculos de las piernas y dar tono a los muslos y las pantorrillas. Se trata de zapatos que en su mayoría están "de moda" en el deporte, pero precisamente porque son un remedio muy cómodo (porque no obligan a la persona que sufre dolor a tener que equiparse siempre con productos ad hoc), con el paso del tiempo también han conquistado a grandes sectores de la población.

El mecanismo en la base de todas estas potencialidades reside en esta particular forma de góndola: una estructura de este tipo hace que caminar sea inestable y obliga a los músculos involucrados a trabajar más. Esta condición hace que el movimiento de los músculos sometidos a estrés reordene la postura de la persona, pero inevitablemente también tiene efectos beneficiosos en los glúteos y en todas las zonas que componen los miembros inferiores.

Zapatos inclinados: ¿realmente funcionan?

Sin embargo, aunque los zapatos inclinables han atraído la simpatía de muchos, no se puede decir lo mismo del mundo científico. Varios estudios han demostrado que estos zapatos especiales no tienen ningún efecto milagroso sobre el dolor de espalda, y mucho menos grandes resultados en términos de tonificación, y el estudio "Effecitiveness of Rocker Sole Shoes in the Managament of Chronic Low Back Pain: A Randomized Clinical Trial" es sólo uno de los muchos que han decidido llegar al fondo del asunto.

Según los investigadores que participaron en el proyecto, la inclinación de los zapatos no aportaría ningún beneficio desde este punto de vista: elegir llevarlos equivaldría a elegir cualquier otra zapatilla de deporte, de hecho, en algunos casos esta particular estructura suya sería incluso más perjudicial que decisiva! Para llegar a esta consideración, se examinó una muestra de 115 pacientes que sufrían de dolor crónico y se les propuso usar zapatos inclinables; el resultado fue muy claro: los pacientes que sufrían de dolor no se beneficiaban del uso de zapatos inclinables, o por lo menos no había ninguna otra diferencia en comparación con cuando usaban zapatillas normales.